El detenido por la muerte de Laura Orue es hijo del dueño del restaurante donde trabajaba
La Ertzaintza implica a Josu Hernando, de 27 años, detenido el martes en Basauri, e hijo del propietario del restaurante Artanda de Zeberio, en la muerte de la joven de la localidad Laura Orue, cuyo cadáver fue hallado el 5 de septiembre. El presunto homicida y la víctima trabajan juntos los fines de semana en el establecimiento. El arresto fue precedido de la detención, el domingo, y posterior encarcelamiento de un primo de Hernando por tráfico de drogas. La policía desliga ambos casos. El padre de Hernando rechazó que su hijo "pueda haber cometido ese asesinato".
Hernando, de 27 años, incapaz, según su padre de "proponer a una mujer irse a tomar un pote, porque se cortaba" expresó últimamente a su familia y amigos su miedo a que le detuvieran por el asesinato de Orue. El pasado martes, a las tres y media de la tarde, agentes de la Ertzaintza hicieron realidad su temor y le arrestaron en una calle de Basauri, cuando se dirigía al domicilio de su abuela, con la que vive en esta localidad. La policía vasca le imputa la presunta autoría de la muerte de la joven estudiante de 21 años, en la noche del 29 de agosto.El arresto del joven tuvo lugar después de tres meses de investigaciones de la Ertzaintza, en las que se tomó declaración a numeros vecinos de la población vizcaína, en algunos casos repetidamente. El secreto del sumario, decretado por la juez Irune Fernández, titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Bilbao, encargada del caso, no ha impedido conocer que el fallecimiento fue por asfixia; que la chica no presentaba señales de agresión física o sexual y que se sospechaba que autor era de su entorno.
El detenido se encuentra desde el martes por la noche en dependencias policiales, donde está siendo interrogado. Se espera que hoy pase a disposición judicial. Aunque la investigación sigue abierta, parece probable que no haya más detenciones.
"Mi hijo no ha podido participar en semejante asesinato. Durante estos tres meses se ha sentido acorralado; iba a un bar y se encontraba con ellos [la Ertzaintza]. Le han interrogado en la comisaría, le han tomado las huellas y se han llevado sus zapatillas de casa. Al final se ha desmoronado", manifestó ayer Goio Hernando, el padre de Josu. Junto a él, silenciosa, la madre, Leonor, que vió a su hijo en dependencias de la Ertzaintza en la noche del martes y le encontró "tranquilo y sereno". Goio Hernando visitó por la mañana a los padres de Orue, a los que conocía, para decirles que su hijo había sido acusado del asesinato. "Tenía que hacerlo", recalcó.
Se da la circunstancia de que la Ertzaintza arrestó dos días antes, el pasadodomingo, a un primo de Josu Hernando, lo que generó cierta confusión al ligarse ambos hechos con la muerte de Orue. El padre del presunto implicado expresó su creencia de que estaban relacionadas ya que, según le había contado su hijo, su primo Josu y él pasaron juntos en Bilbao la noche del 29 de agosto. Ese sábado, Laura Orue terminó su jornada 30 minutos después de la medianoche en el restaurante Artanda, donde trabajaba los fines de semana. Su intención era, según la reconstrucción policial, ir a su domicilio, en las cercanías, a cambiarse de ropa y después dirigirse en su coche a la estación de ferrocarril de Miraballes para tomar el tren a la localidad de Llodio, donde le esperarían sus amigas. Nunca llegó. Su cadáver apareció una semana más tarde semienterrado junto a un pinar, no lejos del caserío familiar.
La noche del 29 de agosto, el detenido también trabajó en el restaurante de sus padres, como hacía todos los fines de semana. Y también salió a las 00.30, según recordó ayer su madre. "Trabaja en Mondragón y vive en Basauri con su abuela, porque le resulta más cerca. Los fines de semana trabaja de camarero para ayudarnos. Con Laura no hablaba casi nada porque es muy tímido, le cuesta hablar con las chicas", resaltó María Eugenia, que tiene otros dos hijos.
El padre describió al detenido como un joven con dificultades de relación por su tremenda timidez y rechazó tajantemente la versión de un testigo que, al parecer, ha declarado que le vio con la víctima en Llodio. "Por sus características, mi hijo jamás se ha relacionado de manera individual con una mujer". Le calificó de buena persona. "Es muy introvertido, muy despistado y eso mismo le lleva a contradicciones. Se sintió presionado; por eso le implican. Yo seguiré creyendo en su inocencia, aunque él confiese su culpabilidad", añadió.
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