La Diputación acusa a Sestao de amenazar el futuro de La Naval de forma "irresponsable"
Los enfrentamientos entre el PNV y el PSE-EE por el futuro de la Margen Izquierda vivieron ayer su por ahora penúltimo capítulo. La Diputación vizcaína, gobernada en minoría por los nacionalistas, acusó al alcalde de Sestao, el socialista Segundo Calleja, de amenazar el futuro de La Naval, la única gran empresa pública de la comarca, junto a Babcock & Wilcox, que sobrevivió a la reconversión, por prever la construcción de viviendas en sus terrenos. El primer edil de Sestao negó ayer mismo la acusación, que calificó de "malintencionada" e "irrespestuosa".
La concesión de más ayudas por parte de la Unión Europea o la marcha del Plan de Revitalización de la comarca, creado hace casi tres años, han sido las últimas polémicas entre nacionalistas y socialistas, que han terminado difuminándose con la misma rapidez que se suscitaron. Ayer surgió otro episodio de enfrentamiento dialéctico, esta vez localizado en el municipio de Sestao, donde el Ayuntamiento quiere elaborar un plan urbanístico en un área de 90 hectáreas, en uno de cuyos extremos están los astilleros de La Naval.El Consejo de Gobierno de la Diputación vizcaína acordó, en su reunión semanal, la presentación de alegaciones contra el avance urbanístico, que calificó de "gravedad inusitada, temerario y poco riguroso". "Es cierto que se trata de un avance, no de la aprobación definitiva y que el propio PERI [el plan urbanístico] dice que las casas serían a largo plazo. Pero es una irresponsabilidad sacar un boceto donde se prevé la desaparición de los astilleros independientemente del plazo en el que sea", explicó el diputado vizcaíno de Presidencia, José Luis Bilbao. "No hay que ser un experto en economía para saber la importancia de lo que son las expectativas. ¿Quién va a invertir donde a largo plazo se prevén construir casas? Es dar un mazazo al astillero", recalcó Bilbao.
Junto a las razones económicas, la Diputación esgrime motivaciones urbanísticas, al incumplir el plan de ordenación urbana de Sestao "que considera toda la zona como industrial" e imposibilitar futuras actuaciones de carreteras. "Además asume toda la capacidad para vivienda en Sestao y la supera y se crea un gueto aislado", aseguró el titular foral de Urbanismo, Juan Cruz Nieves.
El diputado de Presidencia añadió que el avance del plan impide el asentamiento en la zona del proyecto de Vicinay, líder mundial en la fabricación de cadenas para barcos.
Un primer edil "indignado"
El alcalde de Sestao, Segundo Calleja, negó horas después las acusaciones de la Diputación y reveló que las viviendas "ya están quitadas del documento, como muchas otras cosas. No se parece en nada". Calleja dijo que el avance "fue sólo un punto de partida donde se plasmaron las necesidades de todos" y enfatizó que la "primera intención del Ayuntamiento es asumir el compromiso de mantener la actividad de las industrias en nuestro municipio".
El primer edil indicó que el PERI de esa zona sí modificará lo previsto en el plan de ordenación urbana "para que se asienten industrias suaves, no contaminantes, que puedan convivir con usos residenciales". Por ello, abogó por la instalación del proyecto de Vicinay en otra zona del municipio. "Sestao necesita 60.000 metros cuadrados para zona residencial, porque es la única manera de conseguir recursos".
A su juicio, las declaraciones de Bilbao son "irrespetuosas y malintencionadas, sobre todo viniendo de quien conoce bien el problema. Me causan un tremendo disgusto y esto alucinado, sorprendido e indignado".
Mientras, los trabajadores de La Naval se manifestaron de nuevo ayer en Bilbao en protesta por la precaria situación de la empresa. El presidente del comité de empresa, Miguel Ángel Asporosa, comunicó que la factoría se quedará sin carga de trabajo en el primer trimestre del próximo año si no entran nuevos pedidos, en referencia al a la construcción de alguno de los barcos gaseros de Repsol.
"Estamos como estábamos, a cero de trabajo y con la posibilidad de que en el primer trimestre del año 2000 estemos sin nada sin nueva carga de trabajo y todos en el desempleo", señaló Asporosa, quien junto a varios centenares de trabajadores participó en la protesta. En ella, se lanzaron petardos y consignas contra el ministro de Industria, Josep Piqué, y en demanda de los pedidos de los barcos gaseros.
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