Tiroteado uno de los diputados que firmó un manifiesto contra Arafat
Tres enmascarados atacaron ayer a uno de los 20 firmantes del manifiesto contra la corrupción y la tiranía del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat. El diputado Muawiya el Masri fue golpeado y recibió varios disparos que sólo le produjeron heridas leves en un pie. Sin embargo, el incidente se suma a una cadena de amenazas y presiones contra los disidentes.
El tiroteo se produjo ayer por la noche en Nablus, al norte de Cisjordania. El atentado contra el parlamentario palestino, que resultó herido en una pierna, se produce pocas horas después de que se negara, junto con los otros 14 firmantes, a dar marcha atrás en su protesta y a seguir el ejemplo de cinco disidentes que ya han pedido públicamente perdón a la ANP, después de haber sido amenazados en la cárcel de Jericó, donde fueron internados por las críticas vertidas en el manifiesto.Muawiya el Masri fue tiroteado en la puerta de su domicilio por tres individuos enmascarados, quienes previamente le habían golpeado con palos. Los gritos de socorro advirtieron a los vecinos y pusieron en fuga a los agresores. Al menos uno de los pistoleros disparó contra el diputado causándole heridas leves en una pierna. Un portavoz del Gobierno palestino, Tayeb Abdel Rahim, condenó el acto y aseguró que el propio presidente Arafat había dado órdenes a la policía para descubrir y perseguir a los agresores. Según este portavoz, el atentado trataba de sembrar "divisiones" entre los palestinos.
El agredido dijo anoche que "el ataque confirma que las denuncias hechas en el manifiesto son ciertas". El Masri -uno de los 20 firmantes del escrito contra la corrupción y la tiranía del Gobierno de Yasir Arafat difundido hace tres días en los territorios autónomos palestinos- había sido conminado, como todos sus compañeros, por el entorno del presidente de la ANP a dar marcha atrás y rectificar sus comentarios, alegando que con ellos se quebraba la unidad del pueblo palestino y se ponía en peligro el liderazgo de Arafat. En caso de no retractarse, se le amenazaba con retirarle la inmunidad parlamentaria y juzgarle.
Las presiones del entorno de la ANP sobre este diputado no tuvieron éxito, como tampoco lo tuvieron con respecto a los otros 14 firmantes del escrito sobre los que se vertieron amenazas de todo tipo. Los únicos que por ahora se han doblegado son cinco intelectuales, quienes, desde la cárcel de Jericó, han pedido perdón a Arafat. Cuatro de estos arrepentidos presentaron sus excusas en una carta personal remitida al líder palestino, mientras que el quinto lo hizo a través de un anuncio de pago publicado en la prensa local de los territorios autónomos.
Otro de los diputados firmante de las críticas a Arafat, Hasan Khreisheh, dijo anoche que lo ocurrido con El Masri "es muy peligroso, no hay sensación de seguridad en Cisjordania cuando unos encapuchados aparecen en la calle, disparan a alguien y nadie los detiene". Khreisheh insistió en que el atentado "estaba planeado" y que se trata de un "mensaje para los que se oponen al sistema".
Marcha contra la disidencia
El Gobierno palestino está dispuesto a atajar los amagos de disidencia utilizando todos los métodos, incluso las movilizaciones populares, como se demostró ayer en Ramala -capital administrativa de Cisjordania- donde el aparato del partido gubernamental Al Fatah logró sacar a la calle a millares de personas, quienes se manifestaron en favor de Arafat y en contra de los opositores.
"Arafat es el símbolo de nuestra lucha", gritaron ayer simpatizantes y militantes del partido gubernamental Al Fatah, mientras agitaban en el aire carteles con fotografías del líder palestino y las fuerzas paramilitares del partido disparaban al aire con sus metralletas.
La movilización, impulsada desde los estamentos oficiales y especialmente desde la emisora estatal La Voz de Palestina, logró colapsar durante una buena parte de la mañana el centro de la ciudad, especialmente la avenida Menara, la principal arteria comercial de Ramala, que quedó sembrada de octavillas en las que se difundía un comunicado en favor de Yasir Arafat y contra los opositores que "no han hecho sino sembrar la cizaña entre el pueblo", al tiempo que se insiste que Abu Amar -nombre de guerra de Arafat- es "el mejor capitán posible para conducir a buen puerto a la causa palestina".
En plena ofensiva propagandista del Gobierno de Arafat, se reunió ayer en Gaza el Parlamento palestino en una sesión de urgencia a puerta cerrada. La Cámara decidió por 33 votos contra 8, sobre un total de 88 escaños, condenar a los disidentes, acusándoles de haber difamado a la Autoridad Nacional Palestina y de haber creado conflictos internos. Sin embargo, la resolución parlamentaria pide la inmediata liberación de los críticos encarcelados por este caso.
El manifiesto contra la ANP y contra Arafat "sólo trae al pueblo palestino más frustración y desesperación". El texto firmado por los 20 críticos (11 intelectuales y 9 parlamentarios) señalaba que "el presidente de la ANP ha allanado el camino para que algunos oportunistas extiendan la corrupción en la comunidad palestina".
El Parlamento, que criticó duramente el "panfleto", decidió crear un comité que controle el comportamiento de los miembros de la Cámara. El comité de disciplina tendrá la facultad de levantar la inmunidad a aquellos diputados que "violen las reglas".
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