EEUU inspecciona los controles de calidad y seguridad de la Boeing
Inspectores del Gobierno de Estados Unidos comenzarán mañana una revisión general de tres meses de duración de los mecanismos de control de la calidad y seguridad de todas las factorías de la empresa Boeing, la más importante de la aviación civil. La Administración Federal de Aviación (FAA) responde con esta gigantesca auditoría técnica a los fallos de seguridad descubiertos en los aviones del fabricante de Seattle. La iniciativa de la FAA se produce un mes después de que un Boeing 767 de la compañía EgyptAir se hundiera misteriosamente en el Atlántico, al poco del despegue de Nueva York.Las especulaciones sobre las causas de ese accidente, que causó la muerte de las 217 personas que viajaban a bordo, han provocado una gran polémica, con implicaciones diplomáticas debido a la protesta de Egipto, que rechazó la versión del suicidio del copiloto Gamil al Batuti. El director del FBI, Louis Freeh aseguró ayer que la investigación prosigue, pero de una manera discreta.
De modo oficioso, los investigadores estadounidenses sostienen que la única explicación posible de la tragedia es una acción suicida. Esta tesis se basa únicamente en la transcripción de la cinta de voz de la caja negra, en la que se recogen las conversaciones de la tripulación. "Pongo mi destino en manos de Dios" es la frase clave pronunciada por Batuti y que da pie a las especulaciones estadounidenses. Egipto cree que éstas obedecen a los intereses de Boeing, el principal exportador de EE UU, con el fin de ocultar los problemas de sus aparatos. Algunos expertos internacionales han declarado que la manera en la que se produjo el accidente puede deberse a un fallo mecánico en los motores muy poco frecuente.
La FAA afirma que su inspección general de Boeing no responde directamente al extraño accidente del vuelo 990 de EgyptAir, sino a problemas detectados en otros Boeing 767. La compañía American Airlines denunció recientemente a la FAA que uno de sus Boeing 767 sufrió la pérdida de dos tornillos que sostenían un estabilizador en su cola.
Suspensión de entregas
La propia Boeing ha suspendido la entrega de unos 50 aparatos, tras descubrir que se les había aplicado incorrectamente a las cabinas de los tripulantes un escudo adhesivo de condensación. Los trabajadores de Boeing también han denunciado fallos. Mecánicos de la factoría de Everett, donde se producen los modelos 747, 767 y 777, han informado a la FAA que en varias ocasiones depósitos de combustible han sido reparados allí después de haber pasado los correspondientes controles de calidad y seguridad. Esas reparaciones, según los mecánicos, han dejado en los depósitos residuos como gomas o tubos.
Los responsables norteamericanos de la seguridad en el transporte aéreo no están demasiado contentos con Boeing. Otro de los aparatos de la empresa de Seattle, un Boeing 747, fue el protagonista del desastre de un vuelo de la TWA en 1996, también a la salida de Nueva York. Las investigaciones han descubierto que la causa de la tragedia fue la explosión producida en los depósitos de carburante por una chispa eléctrica. A finales de octubre, el diario The Washington Post informó de que Boeing ocultó durante años la existencia de un problema semejante en uno de los aviones militares que fabrica y que es gemelo del Boeing 747.
A lo largo de los próximos tres meses, los investigadores de la FAA verificarán los procesos de fabricación de los Boeing en las fábricas que esta empresa tiene en Seattle, Everett y Renton. La inspección, señaló ayer Beth Erickson, la responsable de seguridad de la FAA, cubrirá todo el proceso de producción. Erickson confirmó que la FAA ha descubierto "lagunas en diferentes áreas de los sistemas de producción" de Boeing. La empresa también va a conducir su propia revisión.
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