Kohl da explicaciones a su partido sobre el escándalo de las cuentas paralelas
Helmut Kohl rinde cuentas hoy ante los miembros de la dirección de la Unión Cristiana Democrática (CDU) sobre el escándalo de las supuestas cuentas paralelas del partido que el excanciller, en su calidad de presidente de esta organización, habría controlado y empleado para canalizar las donaciones de cuantía, al margen del procedimiento legal establecido. Kohl, que ejerció durante 25 años la presidencia de la CDU (1973-1998), ha pedido declarar antes de Navidad ante la comisión parlamentaria que investiga el asunto.
El excanciller ha sido presionado por su propio partido para que aclare el asunto internamente ante los otros 19 miembros de la dirección. Kohl, que ha vuelto a ser protagonista de la vida política durante los festejos del décimo aniversario de la caída del muro, parece haberse convertido de repente en un personaje molesto. Los jóvenes de la CDU están muy preocupados por el lastre que el asunto -y la sombra de Kohl- pueda tener para su carrera política futura. El ex secretario general de la CDU Volker Rühe, que compite en febrero en unas elecciones regionales en Schleswig-Holstein, ha dicho que desconocía la existencia de las cuentas, a las que habría ido a parar en 1991 un donativo de un millón de marcos (85 millones de pesetas) procedente de un comerciante de armas. El veterano Heiner Geissler, hombre que mantiene una profunda antipatía hacia Kohl, se ha convertido en un testigo clave de la acusación contra el excanciller, quien le defenestró como secretario general de la CDU en 1989. Geissler dice haber conocido "casualmente" la existencia de un sistema de cuentas con las que se financiaban actividades del partido al margen de los canales legales. El político ha negado que el móvil de sus declaraciones sea el rencor.Kohl ha dicho que no estaba al corriente del donativo del traficante de armas Karlheinz Schreiber al extesorero de la CDU Walther Leisler Kiep, pero no se ha pronunciado ante quienes le acusan de haber controlado un sistema de cuentas clandestinas. El excanciller decidía conjuntamente con un apoderado del ex tesorero sobre la utilización de los recursos de aquellas cuentas, según informa hoy Die Welt. Citando altas fuentes de la CDU, este diario sostiene que ni el tesorero ni el secretario general del partido tenían acceso a las cuentas. Según Die Welt, no sólo existía una cuenta a la disposición de Kohl, sino todo un sistema de cuentas, vinculadas a otros miembros de la dirección de la CDU. Esto permitía que los dirigentes de la industria entregaran sus donativos a los políticos en los que confiaban personalmente. Las donaciones a partidos que superen los 20.000 marcos (1,7 millones de pesetas) no pueden permanecer anónimas en Alemania. Entre 1988 y 1992, la obligación de declarar el origen de las donaciones se aplicaba a aquellas que eran superiores a 40.000 marcos (3,4 millones de pesetas). En caso de haber transgredido la ley, la CDU deberá pagar una cantidad equivalente al doble de la suma no declarada, es decir, dos millones de marcos (170 millones de pesetas), si de lo que se trata es sólo de una donación de un millón.
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