España y Finlandia, a favor de una reforma limitada de la UE

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se aseguró ayer la alianza de Finlandia, que ocupa la presidencia de turno del Consejo Europeo, en uno de los debates más espinosos de la próxima cumbre de Helsinki: la reforma de las instituciones de la UE para acomodarla a la ampliación.El primer ministro finlandés, Paavo Lipponen, y el presidente del Gobierno español, José María Aznar, coincidieron ayer en limitar la reforma institucional de la UE a los "flecos pendientes" del Tratado de Amsterdam: el número de miembros de la futura Comisión Europea - y cuantos corresponden a cada país miembro-; la reponderación de votos en el Consejo, y la restricción del derecho de veto y ampliación de las decisiones que se adoptan por mayoría cualificada.

Todos estos temas serán abordados en la conferencia intergubernamental (CIG) que será botada en Helsinki y que al cabo de una travesía de doce meses debería arribar en diciembre del 2000, y bajo presidencia francesa, a una reforma instucional de la UE que permita pasar de 15 a 20 ó 27 países miembros en la próxima década.

Lipponen, que visitó Madrid, camino de Lisboa, en su gira habitual como presidente de turno del Consejo Europeo, afirmó, en conferencia de prensa, que añadir "otras cuestiones complicarían los trabajos de la CIG y retrasarían la ampliación". En su opinión, con los temas pendientes "ya tenemos bastante", si además se quiere concluir la reforma a final del próximo año.

El presidente del Gobierno español se mostró en plena coincidencia con la opinión de la presidencia semestral de la UE, que, sin embargo, no coincide con las propuestas formuladas por la Comisión Europea y que sostienen entre bambalinas algunos de los países más poderosos de la UE.

Una vez negociados los presupuestos comunitarios para los próximos años, el alcance y profundidad de la reforma de la UE será la gran batalla diplomática de los próximos meses y de la cumbre europea.