La explosión del consumo es la gran amenaza para la economía catalana
La desmedida explosión del consumo privado, que ha aumentado un 4,3%, es la más grave amenaza para la economía catalana, inserta en una fase de prosperidad estabilizada, según el informe de otoño de Caixa de Catalunya. La entidad prevé que el IPC catalán acabe 1999 con un 3,1%, seis décimas por encima del índice del conjunto del Estado. La compra de bienes de consumo al exterior ha aumentado un 23% en los seis primeros meses del año. En esa evolución se considera importante la constitución de muchos nuevos hogares este año.
La economía catalana crecerá un 3,9% en el año 2000 y completará un "círculo virtuoso" de cuatro años de expansión que sólo aparece cuestionado por la inflación, superior a la media española y europea, y por la ralentización de las exportaciones, según un informe de coyuntura de Caixa de Catalunya.El director general de la entidad, Josep Maria Loza, afirmó ayer que la economía catalana ha crecido durante esta década a una media anual del 2,5%, sólo dos décimas por debajo de la media de aumento del producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos, país considerado el paradigma del crecimiento sostenido en la década de los noventa.
Sin embargo, este "círculo virtuoso", en palabras de Loza, puede truncarse si no se corrige la alta inflación de Cataluña -que, con un 3,1% a finales de este año, doblará la del conjunto del área del euro- y se detiene la disminución de la capacidad exportadora.
A excepción de estos dos indicadores, el pulso de la economía catalana para el año 2000 mantiene todas sus constantes al alza, con un crecimiento del PIB del 3,9%, un 8,1% en la construcción, un 4,3% en la industria, un 3% en los servicios y un 4,3% en el consumo privado.
Este cuadro supondrá una continuidad respecto a 1999, año en el que, según el servicio de estudios de Caixa de Catalunya, la economía catalana habrá crecido un 4%, el empleo un 6,1% y la renta salarial un 6,3%.
Agotamiento exportador
Sin embargo, Cataluña cerrará la década con un cambio en sus componentes de crecimiento económico, ya que el sector exterior, motor de la expansión en los años 1997 y 1998, ha comenzado a ofrecer síntomas de agotamiento, propiciado en parte por las sucesivas crisis asiática y rusa.
Prueba de ello es que mientras que las exportaciones en el sector industrial crecieron el 19,3% y del 8,1% en los años 1997 y 1998, finalizarán 1999 con un retroceso del 2,8%, dato que no empaña un balance netamente favorable en el periodo 1994-1999, en el que las ventas exteriores crecieron una media del 15%.
Por el contrario, el consumo interno, con tasas del 4%, empuja con fuerza y se refleja sustancialmente en el sector de la construcción, que acabará el año con un crecimiento del 10%.
La favorable situación económica y el aumento del empleo han propiciado un crecimiento récord del número de nuevos hogares, ya que los bajos tipos de interés han empujado a muchos jóvenes a abandonar el núcleo familiar y buscar un piso de propiedad.
El informe de Caixa de Catalunya aporta un análisis de crecimientos trimestrales, no necesariamente consecutivos, a lo largo de la década de los noventa que sitúan a Cataluña y al conjunto de España en una posición de liderazgo.
En los años noventa, EE UU figura como el país número uno, con crecimientos superiores al 3% durante un total de 19 trimestres desde la primavera del año 1990.
Inmediatamente después, en el informe de la entidad de ahorros aparece Cataluña, en segundo lugar por haber crecido por encima del 3% durante un total de 18 trimestres, seguida del conjunto de España, con 17.
Por su parte, Francia sólo logró crecer por encima del 3% durante cinco trimestres en toda la década de los noventa, Italia en tres y Alemania en ninguno.
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