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Un cura choca con la ley

El barrio de Pescadores en Algeciras es un barrio de gente humilde, herederos en muchos casos de aquellos primeros pescadores que poblaron la zona baja de la ciudad, cercana al entonces primitivo puerto, de ahí que sus vecinos aún hoy se dediquen en su mayoría a esta actividad. En la mañana de ayer, el comentario generalizado entre los habitantes de esta zona de Algeciras no era otro más que no dar crédito a las noticias que decían que "al padre Andrés lo está investigando la Guardia Civil".Y es que Andrés Avelino es un sacerdote querido por todos en el barrio, ya que tiene esa fama, bien ganada a base de humildad y solidaridad. Pero precisamente esta actitud le puede acarrear problemas, ya que desde hace mucho tiempo al cura Andrés le vienen advirtiendo de que acoger, ayudar y atender en su parroquia a inmigrantes clandestinos está penado por la ley.

A pesar de estas advertencias, que hace tiempo incluso llegaron desde la Guardia Civil cuando a altas horas de la noche, según cuenta el propio sacerdote, "se presentó en la casa un teniente de este cuerpo para que abandonase esta actitud con respecto a los inmigrantes", él seguirá actuando igual porque "lo que aquí se hace lo sabe todo el mundo".

"Acogemos a los inmigrantes que llegan para que se duchen, coman y sigan camino hacia donde quieran. Es una labor meramente humanitaria y no considero que ayudar a las personas y abrirles la puerta sea ninguna ilegalidad", añade el sacerdote.

El padre Andrés, que declara no estar interesado en que las mafias vivan de estas personas, se siente tranquilo y no se considera ningún delincuente a pesar de asegurar que "han llegado a fotografiar" su coche y un amigo le ha dicho que le están investigando. "Al final, en la vida seremos juzgados por el amor y eso es lo poco que se puede hacer aquí por estas personas", dice.

Los vecinos no acaban de creérselo porque, como cuenta Israel, un adolescente que asegura estar gran parte de su tiempo a las puertas de la sede de la asociación de vecinos frente a la parroquia del barrio, "desde hace años es habitual que los propios vecinos y el cura den cobijo a los muchos inmigrantes que aquí llegan".

"Yo creo que entre ellos ha corrido la voz porque cuando a lo mejor alguno se encuentra desorientado en los montes de la zona, tras desembarcar procedente de Marruecos, preguntan a la gente por esta parroquia", agrega el joven.

De igual manera piensa el resto del vecindario y quienes allí, en el barrio de Pescadores, se ganan su sustento y conocen, por supuesto, al padre Andrés. Es el caso de Josefa Cote, La Churrera, quien sólo tiene palabras de agradecimiento para el cura por la labor que realiza no sólo atendiendo a inmigrantes, toxicómanos y personas abandonadas, sino con toda su feligresía, "intentando conducir siempre a todos, y en especial a los más jóvenes, por el camino correcto".

Andrés Avelino dice no querer ser protagonista de nada, tan sólo considera más importante las bienaventuranzas que las investigaciones que pueda llevar a cabo la policía, porque, según afirma, "la realidad de estas personas es más dura de lo que todos creemos".

De momento, el cura no sólo cuenta con el respaldo de sus vecinos, sino también de la propia Iglesia, ya que, nada más conocerse públicamente la actitud que el sacerdote tiene para con el colectivo de inmigrantes, el delegado diocesano de Migraciones y Pastoral Obrera de Cádiz, Gabriel Delgado, se apresuró a dar todo su apoyo al padre Andrés. "Los inmigrantes, para nosotros, son personas por encima de cualquier problema legal", manifestó.

Para el portavoz de la diócesis de Cádiz, "la actitud del párroco algecireño, y otros más de la provincia, de abrir la puerta a quien llama la acogemos como un testimonio muy valioso y vamos a defenderla donde haya que hacerlo, apoyando este tipo de actuaciones".

Estos apoyos, no obstante, no tendrán que prestarse de momento, al menos por lo que anunció ayer la Guardia Civil, ante ningún estamento policial o judicial, ya que desde la 408 Comandancia del instituto armado en Algeciras se "juró y se perjuró" que al cura no se le está investigando.

"La Guardia Civil desmiente que en la actualidad, por parte de agentes de esta comandancia, se esté investigando a institución religiosa alguna de la zona sobre hechos relacionados con el soporte y la cobertura que se suele dar a este tipo de actividad", así finalizaba el comunicado oficial remitido por este cuerpo en respuesta a la supuesta investigación a la que se podría estar viendo sometido el sacerdote según sus propias palabras.

Lo que para el padre Andrés y algún otro sacerdote está claro es que van a continuar ayudando al prójimo, sea del color que sea y sea de la raza que sea. "Todos somos hijos de Dios y no tenemos porque andar mirando los papeles de nadie cuando se trata de darle cobijo", asegura el sacerdote.

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