El control alimentario en Málaga no está asegurado por falta de inspectores
Sobre tres inspectores municipales recae la tarea de controlar la manipulación de alimentos de todos los restaurantes, bares, cafeterías, tiendas, supermercados, industrias transformadoras y mercados de la ciudad de Málaga. Cinco colectivos coincidieron ayer en que con esta plantilla, "la seguridad alimentaria no está garantizada". Según el Colegio de Veterinarios, el PSOE, Ecologistas en Acción, Los Verdes y UGT, la capital tiene, como poco, 10 veces menos inspectores de los que necesita.
El incremento del número de veterinarios municipales es una vieja reivindicación de diferentes colectivos. Sin embargo, las organizaciones denunciantes insistieron ayer en que el aumento del turismo, el crecimiento de las industrias de transformación alimentaria y la globalización que permite la entrada de productos de otros mercados han dejado más que desfasada la plantilla. Como ejemplo recordaron que en Ronda, que tiene 35.000 habitantes frente a los 550.000 de la capital, hay cuatro veterinarios. El ayuntamiento malagueño dispone de unos 15 inspectores, pero sólo cinco están dedicados al control de alimentos. De éstos, a su vez, dos están destinados a puntos que requieren una supervisión permanente y los tres restantes deben controlar toda la ciudad.
"No pretendemos generar alarma social, pero es necesario un urgente incremento de plantilla porque en estos momentos la seguridad alimentaria en Málaga no está garantizada", sostuvo el presidente del Colegio de Veterinarios de la provincia, Eugenio Moltó.
Aunque este tipo de inspecciones corresponden al Servicio Andaluz de Salud (SAS), las ciudades de Málaga, Granada y Sevilla son municipios de excepción sanitaria y tienen las competencias sobre el control de los alimentos. Los colectivos coincidieron en que el SAS ha ido ajustando su plantilla por lo que la provincia está más controlada, pero insistieron en que en Málaga la situación "deja mucho que desear" por la falta de personal.
Según los cálculos del Colegio de Veterinarios, si se aplicaran las ratios del Servicio Andaluz de Salud, en la capital deberían haber unos 30 inspectores dedidados exclusivamente a estos controles, es decir, 10 veces más de los que existen en la actualidad.
El grupo municipal socialista avanzó que en el próximo pleno presentará una moción para que los Presupuestos del año próximo contemplen una partida que permita al ayuntamiento "asumir sus responsabilidades". Desde esta formación se advirtió que la falta de inspectores no sólo repercute en un menor control de lo que se consume, sino también de los productos que se comercializan fuera de la capital.
Las organizaciones denunciantes incidieron además en que la afluencia turística y la profusión de establecimientos de restauración obligan a establecer controles "adecuados". "Y si no les preocupa la seguridad alimentaria, que las autoridades municipales lo digan para que otra administración se haga cargo", reclamaron los ecologistas.
Sobre los veterinarios municipales recae la tarea de controlar toda la capital, a excepción de la lonja, que al igual que el territorio provincial, compete al SAS.
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