La Córdoba más desconocida

La ciudad de Córdoba cuenta desde primeros de mes con un nuevo atractivo turístico. Iglesias, conventos y otros monumentos mantienen sus puertas abiertas a las visitas cada mañana de lunes a viernes gracias a un convenio firmado entre el Ayuntamiento y la Universidad. Gracias a esta iniciativa, encuadrada dentro del proyecto Lucano, los alumnos de Historia del Arte actúan como guías turísticos de forma gratuita. Los estudiantes, además, elaboran un inventario de recursos turísticos en estas zonas menos conocidas.De momento se han escogido los barrios de Santa Marina, San Andrés y San Lorenzoen los que hay un total de 13 puntos turísticos dignos de una visita. En este proyecto, bautizado como Infoarte, participa una treintena de personas que van desde el director del mismo, el coordinador general, tres subcoordinadores y los alumnos becarios. El responsable es el catedrático de Historia del Arte, Alberto Villar Movellán, quien a los 20 días de la puesta en marcha hace un balance positivo afirmando que "en las fechas en las que estamos, el número de visitantes es sorprendente para esta zona de la ciudad". Uno de los objetivos del proyecto Lucano, que también se aplica en la ciudad francesa de Lille y en la italiana de Pisa, es diversificar la oferta turística de Córdoba y hacer que el visitante pernocte en la ciudad para conocer otros atractivos de la misma. Por esta razón se ha escogido "lo mejor" de tres barrios de la Ajerquía cordobesa. Villar añade que los turistas de esta forma "descubren estos barrios, recorren calles que de ningún modo visitarían, conociendo una Córdoba diferente" y alejada del clásico paseo por la Judería.

El coordinador Antonio Urquízar apunta que la experiencia, pionera en Andalucía, está funcionando bien y señala que "algunos visitantes se sorprenden y agradecen una iniciativa de este tipo y otros preguntan por qué no está todo el año en marcha o por qué no se extiende a otros barrios".

Para el catedrático Alberto Villar, Infoarte, que actualmente funciona en plan piloto por tres meses, debería tener continuidad ya que "un parón nunca es bueno". "Si esto se mantuviera, los alumnos contarían con una nueva asignatura de quinto curso que se contemplaría en el nuevo plan de estudios" y así, "el servicio se mantendría y los alumnos tendrían la oportunidad de trabajar".

La puesta en marcha de Infoarte ha contando también con el capítulo dedicado a convencer de la iniciativa a los propietarios de los inmuebles artísticos a visitar. Así, hubo quien desde un principio comprendió el objetivo de la experiencia y dio todo tipo de facilidades. También quien permite visitas sólo algunos días de la semana y quienes han dilatado la respuesta hasta la fecha.

Los alumnos encargados de las explicaciones en los templos reciben como clientes tanto a turistas, como a vecinos del barrio. Los estudiantes explican que mientras los primeros, reclaman una explicación rápida para seguir su ruta, los segundos "creen que lo saben todo y son reacios a que se les enseñen" otros detalles de interés sobre edificios históricos con los que han convivido desde siempre. Así lo explica Carlos del Pino, uno de los alumnos-guía que junto a Esperanza Roses, está encargado de explicar a los visitantes los datos de interés en el barrio de Santa Marina.

Punto y aparte merece el trabajo que se lleva a cabo en la iglesia de San Agustín, víctima tanto de la desidia de las instituciones como de una desafortunada restauración en la década pasada que todavía la mantiene en un lamentable estado. Alberto Villar espera que al abrir ahora sus puertas sirva para crear una conciencia sobre sus valores y su degradación presente "porque todavía hay una generación de cordobeses que no la conocen". Pedro González, uno de los alumnos que explica este templo, confiesa que "varias ancianas se han echado a llorar" al ver el deterioro que sufre la iglesia.

Salida profesional

Otro alumno, Francisco Jiménez, se queja de que el templo que le ha correspondido junto a dos compañeros, la iglesia de Jesús Nazareno, no aparece en el tríptico informativo que se reparte por hoteles y tabernas por lo que el número de visitas que se reciben es menor. Este becario valora la iniciativa porque es una práctica que, según cuenta, le puede servir en un futuro si decide ser guía turístico. Su compañero, Juan José García, añade: "Los alumnos que estamos aquí vemos que la salida profesional no es sólo hacer oposiciones sino que se puede trabajar en otras cosas, y más en Córdoba, que es Patrimonio de la Humanidad".

Manuel Rafael Martín y Alfonso López tienen un cometido distinto ya que su explicación se circunscribe a la plaza de los Condes de Priego. En ella están el monumento al torero Manolete y la fachada de Santa Marina. Martín explica que ha detectado cómo los turistas que llegan son aquellos que pasan al menos dos días en Córdoba.

Estos alumnos son testigos de los flujos turísticos en la ciudad. Algunos de ellos afirman que este periodo otoñal no era el más oportuno para comenzar. Carlos del Pino comenta que "en el puente de la Almudena se notó una avalancha de madrileños".