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Uno de cada tres jóvenes españoles ha fumado 'porros', según un informe de la UE

El 30% del millón de heroinómanos europeos recibe tratamiento con metadona

Gabriela Cañas

El número de europeos que han probado la heroína es algo mayor de lo que se pensaba: entre tres y cinco millones de personas, según los últimos datos de la UE. Se puede considerar adictos a esta sustancia a más de un millón de europeos y, de ellos, unos 300.000 están recibiendo ya un tratamiento de sustitución, principalmente con metadona. El nuevo informe incide de forma especial en el consumo del hachís, la droga ilegal más extendida en Europa. En España, uno de cada tres jóvenes (el 32%) se ha fumado un porro al menos una vez en su vida.

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El Observatorio Europeo de la Droga, una agencia de la UE, dio a conocer ayer en Berlín su cuarto informe anual sobre la situación de la droga en Europa. El consumo de heroína sigue estabilizado, pero preocupa enormemente a la agencia debido a que es la sustancia ilegal que más se relaciona con el consumo problemático (delincuencia o exclusión social).Destaca el informe el caso de los gitanos españoles, ya que la toxicomanía afecta especialmente a este grupo social que, sin embargo, "no se beneficia adecuadamente de los servicios de tratamiento y reducción de daños". Y ello pese a que el tratamiento social y sanitario de los drogadictos se está extendiendo enormemente en España, como en el resto de Europa.

En Francia se ha introducido una novedad para el tratamiento de los heroinómanos: la prescripción de buprenorfina, lo que ha originado algunas muertes, posiblemente al mezclarla con benzodiacepinas. Pero sin duda el medicamento más extendido es la metadona, que "mejora el bienestar psicológico y social, reduce el consumo ilegal y también la transmisión del sida".

Reducir daños

Este informe revela que no hay motivo para esperar que se reduzca el consumo de drogas, pero sí, al menos, que se aminoren sus daños. El menor intercambio de jeringuillas, por ejemplo, gracias a las campañas de información y prevención, ha hecho posible que la transmisión del sida y las hepatitis B y C haya entrado en una fase estable o endémica. En este sentido, España es el país de mayor índice de prevalencia del sida asociado al consumo de droga, con un 32%, frente al 1% de Inglaterra o Irlanda, por ejemplo.El cannabis, por su parte, es la droga ilegal más consumida en toda Europa. Según las últimas encuestas manejadas por la UE, la han podido probar nada menos que 40 millones de europeos (la población total es de 375). Esto quiere decir que por término medio uno de cada cinco jóvenes de 15 y 16 años y uno de cada cuatro entre los 15 y los 34 años la ha probado.

Aquí también se destaca España, junto a Dinamarca y el Reino Unido, como uno de los países donde más éxito obtiene el cannabis. El más consumidor de cannabis es, con diferencia, Dinamarca, donde el 42% de los jóvenes lo han probado alguna vez. Le sigue el Reino Unido, con un 37%, y España, con un 32% de personas comprendidas entre los 15 y los 34 años que han probado esta sustancia alguna vez.

Los derivados del cannabis (marihuana, hachís y aceite) están clasificados como estupefacientes por la ONU y son ilegales. Sin embargo, "en muchos Estados miembros se tiende a percibir el consumo de cannabis como algo normal y común, en lugar de marginal". La disponibilidad de esta sustancia en toda la UE es enorme. La mayoría proviene de Marruecos, pero "también se cultiva en casi todos los Estados miembros".

Richard Hartnoll, jefe de Epidemiología del Observatorio Europeo de la Droga, explicaba ayer que el consumo de cannabis no tiene por qué considerarse como un primer paso para acceder a otras drogas. "Está demostrado que hay consumidores de cannabis que no prueban otras drogas; al igual que hay muchos que mezclan diversas sustancias, incluido el alcohol y las anfetaminas, pero el cannabis tiene su propio perfil y sus problemas por sí mismo".

Un estudio encargado por el Observatorio para saber si el cannabis aumenta el riesgo de accidentes de tráfico ha arrojado unos resultados "poco concluyentes". El informe añade: "Algunos estudios parecen indicar que el cannabis no plantea un alto riesgo para los conductores, puesto que pudo comprobarse que los conductores bajo la influencia de esta droga, de hecho, conducen con más atención".

En cuanto a las drogas sintéticas, como el éxtasis, la agencia europea ha detectado una estabilización o disminución del nivel de consumo. Entre los jóvenes europeos ha cundido un cierto desencanto por esta sustancia que produce "lenguas fofas, caras enrojecidas y muecas deformes". Esta es la buena noticia. La mala es que, en su lugar, los jóvenes optan por la cocaína, y también por el alcohol. La cocaína la han probado del 1% al 3% de todos los adultos europeos. Después del cannabis, es junto a las anfetaminas (el éxtasis es una de ellas), la droga más consumida. En España y Francia se consume más cocaína que anfetaminas.

Como advertía recientemente el director del Observatorio, Georges Estievenart, el problema de la cocaína, aparte de sus efectos físicos, es que "ningún cocainómano se cree drogadicto". Sin embargo, según este último informe, están aumentando en toda Europa los casos de tratamiento por consumo de cocaína y cannabis.

Represión y permisividad

Europa se aleja poco a poco de la represión y se centra en la prevención, el tratamiento y la reducción de riesgos. Sin embargo, una buena parte de la población reclusa europea -entre el 15% y el 50%, según los países- está relacionada con un delito de drogas. Y aún más: el número de detenciones relacionadas con el tráfico de drogas viene aumentando desde mediados de los ochenta. Ésta es la contradicción que viven en este momento los países miembros de la UE, cuyas políticas se mueven entre la permisividad del consumo y la represión del mercado.Frente a la "buena imagen" del cannabis entre la población, en diez países miembros es la droga que provoca entre el 46% y el 85% de las detenciones. El año pasado, las mayores incautaciones de cannabis se realizaron en España. El decomiso anual en toda la Unión Europea ronda las 700 toneladas.

La persecución policial se ha incrementado de tal manera que hay países, como España, que han multiplicado por seis el número de detenciones desde mediados de los ochenta. "La legalización no se considera en ningún país, pero se es consciente de que el procesamiento de personas con problemas de droga causa mayores problemas", según el informe.

Esta contradicción que vive Europa es una cuestión que plantea el Observatorio. Sin duda, la gran distancia entre la teoría y la práctica es el reto del futuro para la UE.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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