La Comisión del Refugiado pide que se investigue la muerte de polizones

Los inmigrantes que buscan un lugar en Europa puede que no mueran sólo en los naufragios de las pateras. Cada año, miles de africanos se cuelan subrepticiamente en mercantes atracados en los puertos de sus países de origen y las organizaciones humanitarias sospechan que algunos nunca llegan a tierra. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) pide que las autoridades investiguen si algunos mercantes se deshacen de sus polizones antes de arribar a puerto para ahorrarse problemas con las autoridades europeas.Javier Galparsoro, abogado y coordinador de la CEAR, sabe de al menos un caso comprobado. Hace 7 años, en noviembre de 1992, a bordo de un buque ucranio, ocho jóvenes polizones de Ghana fueron asesinados a martillazos y arrojados por la borda. Un noveno intruso logró ocultarse de la tripulación y cuando el barco arribó al puerto francés de Le Havre, pudo contar la historia. Este caso acabó con una condena por cadena perpetua para el capitán del mercante MC Ruby, el ucranio Wladimir Ilnitskiy, informa José Luis Barbería.

"Si eso ha ocurrido una vez", argumenta Galparsoro, que lleva 10 años atendiendo casos de polizones en puertos españoles, "no es raro que suceda más veces, y de hecho las sospechas vienen de antiguo. Se dice que hay polizones que mueren en las cámaras frigoríficas de barcos noruegos o japoneses. Y sin embargo, nadie investiga eso".

En Galicia sí se abrió recientemente una investigación por un buque que atracó en Vigo. Se informó de que había a bordo 30 polizones, pero sólo aparecieron cinco. "La investigación concluyó que uno de los polizones se había inventado que eran 30", dice el abogado de CEAR. "Puede que sea así, pero siempre queda la sospecha". A menudo, algunos polizones arriban a puerto muertos por desnutrición o frío. Calparsoro nunca olvidará al joven africano que falleció en sus brazos sobre la cubierta de un buque en Bilbao.

"Era 24 de diciembre y estaba en bañador", relata. "Yo no puedo decir más, pero tampoco sé exactamente qué pasó en la travesía", añade Calpasoro.

Carga humana

Las historias sobre el trato que reciben los polizones en alta mar son antiguas en los puertos españoles. Siempre han circulado entre los marineros rumores de tripulaciones extranjeras que se deshacen de la carga humana indeseada arrojándola por la borda o encerrándola en contenedores.La aparición de polizones plantea siempre un grave problema a bordo. Los países de destino se niegan a aceptar a los inmigrantes o imponen fuertes multas a los buques. Son relativamente habituales los casos de barcos que han pasado meses de puerto en puerto tratando de desembarazarse de polizones, mientras las autoridades de tierra se lavan las manos.

A veces, la misma tripulación les ayuda a desembarcar ilegalmente o les abandona en algún lugar de la costa, según atestiguan sindicalistas del mar.