Un grupo de oficiales acusa a los generales del "acto cobarde"

El Movimiento Argelino de Oficiales Libres (MAOL), que afirma reagrupar a militares disidentes de este país magrebí, condenó ayer como "un acto cobarde" de los generales el asesinato de Abdelkader Hachani."Consideramos este acto cobarde como un sangriento mensaje por parte de los generales para todos los que confiaban en una solución política en Argelia", comunicó el MAOL desde Madrid, aludiendo a la jerarquía militar y en particular a los servicios secretos del Ejército, la Dirección de la Información y de la Seguridad (DRS).

"Es una manera muy propia [de estos organismos] para dejar claro que el asunto del FIS [Frente Islámico de Salvación] está definitivamente cerrado", añadió el movimiento caldestino, que "pone en guardia a los generales contra la estrategia del pudrimiento y de la tensión".

El portavoz del MAOL, que se presenta como el coronel Baali Alí, ha lanzado un llamamiento al presidente Abdelaziz Buteflika para que éste "asuma sus responsabilidades" tras el atentado. "Al conceder, recientemente en Mónaco, un satisfecit a los generales", el jefe de Estado "les ha otorgado un permiso para matar". En Mónaco, el presidente minimizó, el pasado viernes, el alcance de la ola de atentados cometidos durante estos días en Argelia, afirmando sin embargo que "recurriría a todas las medidas, sin excluir alguna, para erradicar a los promotores de disturbios".

Fundado en 1997, el MAOL, que generalmente firma sus comunicados desde Madrid y dispone de una página en Internet (www.anp.org), afirma reagrupar a unos sesenta oficiales desertores en el extranjero y a "un número importante" de oficiales en Argelia. Según asegura, la guerra causó unos 173.000 muertos, de los cuales unos 26.000 eran miembros de las fuerzas de seguridad. Dice no pertenecer a ningún partido, exige el retorno del Ejército a un papel estrictamente constitucional y rechaza toda asimilación al islamismo.

Nuevas matanzas

En esta nueva oleada de violencia, unas 50 personas han muertos en los últimos días en Argelia, lo que ha reavivado los temores a un retorno a las masacres que se cometieron en este país entre 1994 y 1997. 17 personas (20, según los periódicos) fueron asesinadas y 6 resultaron heridas en una matanza, el pasado sábado, en pleno día, en Chiffa, cerca de Blida, 50 kilómetros al sur de Argel. El lunes, 19 campesinos, entre ellos 13 niños, murieron a golpes de hacha en Uled Djilali-Benyahia, en la región de Chlef, a 200 kilómetros al oeste de Argel. Estas matanzas se producen a tres semanas del Ramadán.