Chequeo a la profesión en el Reino Unido
Dos escándalos nacionales, la muerte de 23 niños a manos de dos cardiólogos incompetentes en el hospital de Bristol Royal Infirmary, y las graves lesiones internas sufridas por un grupo de mujeres operadas por un ginecólogo que presumía de ser "el más rápido de Occidente" han obligado al Gobierno británico a reforzar los controles de calidad aplicados hasta ahora a la profesión médica.Según las nuevas normas elaboradas por el Ministerio de Sanidad del Reino Unido, tanto los especialistas como los médicos de cabecera podrán ser expulsados de la carrera sin contemplaciones de demostrarse que su incompetencia ha puesto en peligro la vida del paciente.
Asombrado por la habilidad con que los profesionales médicos británicos suelen protegerse entre ellos, Alan Milburn, titular de Sanidad, ha propuesto varias medidas que entrarán en vigor en breve.
Quiere el ministro laborista que los especialistas se sometan a controles anuales de calidad para ver si están al día en sus distintos campos. De no ser así, pueden ser remitidos a centros de adiestramiento -una especie de clases prácticas que deben ser capaces de superar-. Cuando fallen, las propias autoridades sanitarias locales estarán facultadas para recomendar su despido.
En caso de fraude, abuso de los enfermos o incumplimiento de sus obligaciones, por ejemplo, cuando no efectúen las rondas de pacientes o desatiendan las consultas hospitalarias, serán sancionados como cualquier otro empleado de la sanidad pública.
Los médicos de cabecera, protegidos hasta ahora por un complicado sistema disciplinario, estarán sujetos al mismo régimen que sus colegas los especialistas.
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