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Otra visión de lo masculino

En la última década se han visto numerosas exposiciones en las que artistas mujeres expresaban su visión de lo femenino a partir de los cambios sociales del siglo. Ahora le toca también a los hombres artistas plantearse cómo se ven ellos en este cambio de circunstancias. La sala de exposiciones de la Casa Elizalde (València, 302) inauguró ayer la exposición Machos y muñecas en la que el colectivo de artistas británicos Mig (Male identity group. Grupo de identidad del varón) cuestiona la unidireccionalidad de la masculinidad y aboga, desde los logros del feminismo, de los movimientos gay y antiracistas, por una nueva resituación de la identidad del varón en la sociedad actual. La exhibición, que podrá visitarse hasta el 5 de diciembre, es la primera ocasión que el colectivo Mig expone fuera de Inglaterra.

"Creemos que en una ciudad como Barcelona existe una cierta sensibilidad sobre estos temas", explica Jeremy Mulvey, integrante del colectivo. "Queremos transmitir nuestro enfoque multicultural sobre temas que en Gran Bretaña están surgiendo a partir de las poblaciones negras, asiáticas y blancas. Dada la confluencia cultural que ahora se produce en Cataluña, ésta puede ser una perspectiva pertinente". Los cuadros que exhibe este artista evocan lo útiles de trabajos que habitualmente se le asignan al hombre en unas composiciones con cierto aire surreal. "Expresan la necesidad de que el varón aprenda a desprenderse de sus atributos tradicionales", explica. "Nuestra intención es que esta exposición sirva de espacio de reflexión. El papel del hombre, aunque éste siga teniendo el poder en la sociedad, ha cambiado por los logros conseguidos por las mujeres. El varón se encuentra un tanto perdido en estos momentos", dijo Mulvey.

Aunque el ámbito de actuación de los seis artistas que participan en la muestra sea Londres, su procedencia es diversas. "Somos tres artistas de raza blanca y tres de negra", explicó Mulvey. En su opinión, un factor de reflexión de la masculinidad en este momento es la infancia: "Hay un determinado tipo de imágenes que en nuestra niñez nos va configurando una determinada masculidnidad avalada por la educación y la familia". Son temas, indica, que vale la pena revisar.

Junto a Mulvey, exhiben sus trabajos Jim Mooney, representado con una singular obra fotográfica que reflexiona sobre la sexualidad y la muerte. Timo Lehtonen, hijo de nigeriano y finlandesa, expresa en sus dibujos el choque de culturas. También Shareen Merali presenta un trabajo sobre la discriminación racial en el que él mismo se muestra fotografiado cuando fue internado en un hospital víctima de una agresión xenófoba. Este artista también exhibe un pequeño montaje que resalta la visión etnocéntrica de la fabricación de muñecos en Occidente.

Ben Joiner, con sus báules y maletas metálicos, presenta la contradicción de las texturas emocionales del hombre: suave por dentro y áspero por fuera. Por último, Keith Piper, mediante las imágenes de cuatro grandes púgiles negros de distintas épocas, hace un viaje por distintos momentos del posicionamiento de los afroamericanos frente a la supremacía blanca de su país.

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