La hipótesis de otros antepasados
"No, los dos peces fósiles encontrados en China no son los antepasados de todos los vertebrados". Desde hace casi dos semanas, Philippe Janvier, paleontólogo del Museo Nacional de Historia Nacional (MNHN) de Francia, no deja de dar la misma respuesta a los periodistas que le acosan "hasta en el lugar más recóndito de Iowa", tan intrigado como divertido por su súbito interés por estos bichos de apariencia tan anodina.Cierto es que son los más antiguos (540 millones de años), pero el análisis de sus caracteres morfológicos sugiere que todavía existen algunos eslabones perdidos que los enlazan con el hipotético antepasado común. Hipotético porque, a falta de fósiles pertenecientes a estratos suficientemente antiguos, los paleontólogos todavía se ven limitados a imaginar la forma que tuvieron los primeros vertebrados.
"Los dos fósiles chinos se parecen a algunas de estas reconstrucciones, pero difieren por completo de otras", señala Janvier.
La búsqueda del vertebrado fundamental es antigua. Tradicionalmente, se parte del anfioxo, un animal marino actual desprovisto de cráneo y de cartílago, que pertenece a un grupo hermano de los vertebrados. Sus caracteres se mezclan con los de la lamprea en estado larvario. "Al combinarlos entre sí, por lo general se llega a cosas imposibles de demostrar", señala Janvier. El ejercicio es divertido, pero tiene un escaso alcance científico. El juez de paz en la materia sigue siendo el fósil. A este respecto, los dos peces chinos constituyen un descubrimiento excepcional, pero muy poco alentador. Confirman que, en los vertebrados, el cartílago apareció primero. Su mineralización en hueso fue seguida luego por la de la dermis -en un caparazón- y la de la mandíbula. Lo cual, por oposición, permite suponer que sus antepasados eran todavía más blandos, y que sus huellas difícilmente se habrán conservado en los estratos arcillosos.
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