Descubiertos 18 extranjeros ilegales menores de edad en clubes holandeses

Dieciocho futbolistas extranjeros menores de edad han sido descubiertos en situación de ilegalidad entre los principales clubes de Holanda y serán deportados a sus respectivos países de origen. El servicio de inmigración holandés decidió abrir una investigación entre los equipos tras conocer el escándalo de la trata de niños futbolistas en Italia. Un caso en cuya denuncia insistió ayer Sergio Campana, el presidente del sindicato de futbolistas italianos: "Estamos ante un fenómeno indecente; tal vez algún niño llegue a profesional, pero la mayoría acabará en la calle".

La inspección realizada por el servicio de inmigración de Holanda entre los 36 clubes de fútbol del país detectó a 26 jugadores extranjeros en una situación de ilegalidad (también había ocho mayores de 18 años). Las autoridades están dispuestas a expulsarlos inmediatamente. "Los clubes estaban ya alertados desde el año 96 de la necesidad de regularizar la situación de los jugadores", dijo un portavoz de inmigración, reconociendo de forma tácita las palabras previas de un directivo del Feyenoord, quien afirmó que hasta ahora las autoridades habían hecho "la vista gorda".En gran parte de los casos, como el del joven brasileño Leonardo, al que se considera el nuevo Ronaldo, se trata de menores procedentes de países de fuera de la Unión Europea. Chicos que por no haber alcanzado la mayoría de edad no pueden recibir el permiso de residencia en Holanda y mucho menos, salvo en casos excepcionales, el derecho a trabajar allí. Haciendo uso de esa excepción se arregló hace algunos años la situación precisamente a Ronaldo, entonces jugador del PSV, y a Kanu, que antes de en el Arsenal y el Inter de Milán jugó en el Ajax.

Muchos de estos juveniles han entrado en Holanda, por indicación de los clubes que los incorporaron, con visados de turistas, algo que les permite quedarse en el país un máximo de tres meses. El caso más grave es el de un menor de Sierra Leona que llegó sin familia a Holanda a pedir asilo político, pero no continuó con los trámites. Otros se han amparado en la posibilidad de entrar en Holanda para seguir entrenamientos durante un periodo considerado de aprendizaje.

El club en el que más irregularidades se han registrado es el Feyenoord, en el que los inspectores descubrieron 7 juveniles sin ningún tipo de papeles procedentes de Ghana, Brasil, Sierra Leona y Surinam. El equipo de Rotterdam sí había regularizado contratos de trabajo con ellos e incluso solicitó ante los jueces la legalización de la situación de seis de ellos, petición que fue denegada el mes pasado. El proceso se encuentra en fase de apelación.

Los clubes sólo pueden regularizar la situación de los casos detectados de jugadores mayores de edad. Siempre que se respeten los requisitos económicos que exigen las autoridades. Es decir, pagar a los futbolistas de 18 y 19 años un sueldo anual de unos 300 mil florines (cerca de 25 millones de pesetas) y a los que superan los 20 años un salario mínimo de 600 mil florines (poco menos de 50 millones de pesetas). Las cantidades son premeditadamente altas para proteger el mercado nacional.

La Federación de Futbolistas Profesionales (FBO) sostiene que la conmoción generada en Holanda tras conocerse la noticia es injustificada. Y justifica su teoría en que muchos de los clubes están tratando de regularizar la situación de sus jugadores y que no tiene paralelismo posible con el escándalo saltado en Italia, donde muchos de los niños terminan en las calles, fuera del fútbol y sometidos a trabajos clandestinos. La FBO añadió que muchos jóvenes talentos holandeses se han marchado al extranjero después de la sentencia Bosman y que por eso piden a los ministerios implicados que faciliten la regularización de estos casos.

La trata de niños futbolistas fue denunciada ayer de nuevo en Italia. Lo hizo Sergio Campana, el presidente del sindicato de futbolistas, que instó al gobierno y a las autoridades deportivas a actuar de forma inmediata. "Estamos ante un fenómeno indecente", dijo, "la importación de ninños. Quizás alguno pueda despuntar en el futuro, pero los que no lo consigan, la mayoría, acabarán en la calle".

Campana aportó un informe que revela que hay 2.273 extranjeros de más de 16 años en el sector juvenil (302 comunitarios y 165 extracomunitarios). Los niños de entre 6 y 16 años no comunitarios que juegan en las categorías inferiores de clubes profesionales son 25, pero la cifra se dispara a 4.809 en los equipos infantiles y juveniles de aficionados. "Algunos son hijos de inmigrantes, pero una minoría. La mayoría son brasileños, argentinos, cameruneses y nigerianos que llegan por una auténtica trata de niños".