_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pavor

"En la estrecha rivera del río Torio, una noche de invierno fría y llena de niebla unas luces verdosas y azuladas seguidas de sonidos extraños emergían no lejos del pueblo. Las gentes, aldeanos honestos y temerosos del señor, sobrecogido el corazón rezaban por las ánimas del purgatorio. Sólo los más intrépidos, algunos inconscientes jóvenes, en un solo cuerpo titubeante, se fueron acercando al lugar en el que se producían los misteriosos fenómenos. Ya próximos al lugar, un destello fulgurante y un chasquido seco los dejó paralizados hasta que el más lerdo de ellos gritó: "Ojos no veo, patas no tiene, gritos no da, pavor!". Y rompiendo el encantamiento que por unos instantes el miedo había producido, corrieron tan a prisa que abrieron un desfiladero en la niebla, mientras las Avemaría caían secas y agolpadas tras las puertas de sus casas que se abrieron y cerraron en un mismo instante". Así, pero con más gracia, lo contaba mi madre y el grito vino a ser frase de aviso cada vez que nos encontrábamos ante un acontecimiento que no cumplía el protocolo de lo ya definido. Y en ella pienso yo después de haber estudiado los nuevos Presupuestos de la Generalitat Valenciana, Gobierno del Partido Popular.Los presupuestos son algo enorme, complejo, con muchos "programas" y éstos con muchas "líneas", sin contar con los grandes "capítulos": el I de personal, lo que costamos los funcionarios; el IV, lo mucho que se llevan los que no son funcionarios; el II, el III... y sobre todo el VI, lo que el Gobierno se ha de dejar hecho para que los venideros lo vean sobre esta tierra, desde un puente hasta una alameda o desde un puente hasta una escuela o un instituto, que da lo mismo. Mucho ruido de números, cifras enormes, inimaginables, ¡miles de millones! Mientras estudiaba el proyecto de los presupuestos dedicados a la educación miraba de reojo los que fueron presentados el año pasado y al mismo tiempo repasaba lo que de ellos ha quedado. Poca cosa. Nos dijeron que para construir institutos ponían 13.000 millones y no como los socialistas que ponían 7.000, nos repitieron que con ellos iban a construir 14 institutos aunque nuestro presidente dijese en más de una ocasión que estaban construyendo ¡110!, lo que muestra que el señor Zaplana, cuando habla de asuntos de la enseñanza, no sabe lo que dice. Nos lo dijeron y yo, repasando, no encuentro sino cuatro o seis nuevos, en total 3.000 millones. ¡Cuánta mentira escribieron en aquellos presupuestos! Por eso hacía falta hacer tanto ruido en ellos. Y con éstos vuelven a hacer el mismo ruido, por eso, "si solares no tienen, paredes no levantan, institutos no quieren, pavor".

En estos momentos se está discutiendo lo que el Gobierno debe dedicar a la educación. Ellos, el Gobierno y el Partido Popular, dicen que este año es mucho dinero y además se sienten orondos y satisfechos; lo que no nos dicen es si es el necesario. ¡Quia! La enseñanza infantil no alcanza a toda la población ni hay el profesorado necesario en las escuelas. No es suficiente que haya especialistas, los de educación física, idioma o música. No, no es suficiente. En infantil debe haber más profesorado para poder hacer posible que se compensen las carencias con las que llega una parte significativa de la población infantil y en primaria deberían existir, en aquellos centros que los necesitasen, programas de actuación singular con alumnos o alumnas con conductas complejas, con intereses distintos o contrarios a los de la mayoría. Si en los institutos, en la enseñanza secundaria obligatoria, existe una población significativa de alumnado con problemas de integración y de aprovechamiento significa que el sistema ordinario no ha funcionado, que no ha servido. En infantil y primaria hay que gastarse más dinero, hay que hacer otras cosas.

La podía haber ido a ver hace tiempo, la podría haber ido ir a ver dentro de tres meses, pero tuve que hacerlo mientras estudiaba los presupuestos. Ça commence aujourd"hui, de Bertrand Tavernier. He de confesar que en más de una ocasión las lágrimas estuvieron presentes, eran pocas, nacidas de la rabia sobrevenida al sentimiento. Las imágenes me hacían recordar el esfuerzo, la voluntad, las ganas de nuestras maestras, de nuestros maestros, de más de un director. Sentía, y entonces hubiese llorado, que del sentimiento nace el llanto abierto, pero veía la figura del inspector, administración política, recordaba lo que hacía poco había leído en estos presupuestos y aparecía la rabia, y de ella sólo nacen lágrimas sueltas, apretadas, de las que se sorben sin ruido ni aspavientos. Sé que el señor Zaplana no irá nunca a verla; Tarancón sí podría, pero también es cierto que no le inquietaría, pues para que sus hijos no vivan lo que en esa película se cuenta ya ha concertado nuevas escuelas a las que nunca irán ni marginados, ni locos, ni maleducados que además llevan las manos sucias.

Los que salían del cine, casi todos, decían lo mismo: "preciosa" y a partir de ahí comentarios diversos, pero todos diciendo que la verdad de lo allí contado es la verdad de la escuela de su barrio, que lo injusto de lo allí visto es lo injusto de lo vivido en su instituto, y salían con un deseo tan difuso como el del que quiere sin poder para alcanzar lo que quiere. Se necesita más dinero para que en la escuela algunos o muchos puedan comer, para que puedan hacer algo distinto a olvidar los libros en casa o en ninguna parte, para que aprendan a sentir y a pensar ese sentir. Para que aprendan a hablar y a saber decir, para demostrar que no es verdad que dios a unos los hizo tontos y a otros listos y que curiosamente estos últimos están siempre entre los ricos. Por eso, para eso, ante unos presupuestos ajenos, por no decir contrarios, al problema real de la enseñanza, en vez de salir corriendo al grito justificado de "pavor", podríamos salir paseando desde la plaza de San Agustín esa tarde próxima del 25 de noviembre y juntos decir eso que queremos.

Luis García Trapiello es miembro de la Federación de Enseñanza de CC OO-PV.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_