El brasileño Salles retrata su visión de fin de siglo en su último filme
Es la gran figura del novo cinema brasileiro, y su talento para extraer oro de lo pequeño y lo barato parece estar por encima de toda vanidad. Después de ganar 51 premios en todo el mundo con Estación Central de Brasil, llega ahora a España Midnight, la última película de Walter Salles, que firma a medias con Daniela Thomas, con quien ya dirigiera Tierra extranjera.Rodada en 1996 para televisión por encargo del canal Arte, la película, que dura 70 minutos, será estrenada el viernes próximo en algunas salas comerciales españolas. Reflexión sutil y matizada sobre la violencia en Río de Janeiro (la acción transcurre en la última noche de 1999), visión urgente sobre el apartheid social y afectivo que fractura a la ciudad entre favelas y asfalto, Midnight es también un ejemplo del espíritu colectivo, loco y amateur, sin maquillajes ni efectos, que alienta a este reciente cine brasileño tan similar en muchas cosas al Dogma escandinavo.
Así lo reconoció ayer el convincente y fotogénico protagonista de Midnight, Luiz Carlos Vasconcelos, que compareció ante los periodistas que vieron la película y contó en detalle cómo es y cómo funciona ese refugio en el que conviven guionistas de mucho talento, directores que no presumen de serlo y actores identificados a muerte con su trabajo. Vasconcelos contó, por ejemplo, que él y muchos otros actores de este movimiento nuevo proceden del teatro, que la película fue rodada simultáneamente a Estación Central en 17 días, uno de ellos (la noche de fin de año) en tiempo real y escenarios naturales; y que la próxima película de Walter Salles, para la que están ensayando ya, se titula Abril despedazado ("y es la historia más poética que he leído"). Vasconcelos, que comparte cartel con Fernanda Torres y apellido con el autor de la música de Midnight (Nano Vasconcelos), definió el clima que se vive en los nuevos rodajes brasileños más o menos así: "Son proyectos muy locos, de una película salen dos. Hay poco dinero pero mucho talento, mucho humor y mucha inteligencia. Se improvisa, se ensaya y se goza mucho. Es la revolución anti-Hollywood".
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