Los accidentes se convierten en la primera causa de muerte entre los jóvenes de Barcelona

"Los jóvenes de Barcelona se están muriendo en la carretera". La contundente advertencia la efectuó ayer el gerente del Instituto Municipal de Salud Pública de Barcelona, Ricard Armengol, en la presentación del informe de salud de la ciudad correspondiente a 1998. El documento revela que en la capital catalana los accidentes de tráfico provocan el 40% de las muertes de los hombres jóvenes (de 15 a 24 años) y se convierten así en la principal causa de muerte en este grupo de población, situándose por delante del sida por primera vez en los últimos 10 años.

Las muertes por sida, las más frecuentes en la última década entre los jóvenes de Barcelona, han descendido significativamente gracias a los nuevos tratamientos y a una intervención preventiva que el Ayuntamiento también deberá focalizar ahora en los accidentes de tráfico, según reconocieron ayer el concejal ponente de Salud Pública, Josep Ignasi Cuervo, y la presidenta del Instituto Municipal de Salud Pública, Imma Mayol.El aumento de los accidentes de tráfico preocupa a las autoridades municipales como problema de salud pública que contribuye a la mortalidad y a la discapacidad de la población. Durante 1997 -todos los datos sobre mortalidad del informe corresponden a dos años atrás-, murieron 73 personas adultas (de 15 a 44 años) a causa de accidentes y 100 por el sida. Las cifras se invierten si se acota la franja de edad hasta los 24 años y se incluyen sólo jóvenes de sexo masculino: los accidentes suponen en este caso el 40% de las muertes y se sitúan por delante del sida como causa de muerte prematura.

Las autoridades municipales advierten de que la tendencia seguirá al alza si no se realiza un "esfuerzo importante" de prevención y educación vial entre los jóvenes, especialmente entre los conductores de vehículos de dos ruedas, los que más accidentes causan en la ciudad. Del total de los siniestros mortales, sólo un tercio se produjeron dentro de la ciudad y el resto en las vías del área metropolitana o de fuera de ella.

La tendencia a la baja de las muertes por sida se está registrando también en la mortalidad por sobredosis de drogas -baja el consumo de heroína, mientras que aumenta el de cocaína- y por enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, el informe revela que se están incrementando los casos de cáncer de pulmón, enfermedad en la que influye el hábito del tabaquismo.

El informe de salud, que Inma Mayol definió como un buen instrumento que permite "hacer un diagnóstico de la realidad para poder intervenir y transformarla", constata una mejora general en la mayoría de los índices de salud de la ciudad, en la que las mujeres tienen una esperanza de vida de más de 82 años y los hombrse de 75, y que cuenta con buenos indicadores generales de salud materno-infantil.

Uno de los datos que destacaron ayer los responsables municipales de salud es que los hijos nacidos de madres extranjeras, que suponen ya un 10% del total de los nacimientos, presentan problemas de bajo peso, aunque ello no supone un incremento de la mortalidad infantil. Entre las mujeres inmigrantes hay muchas madres adolescentes, lo que contrasta con la edad media a la que las barcelonesas tienen su primer hijo: 31 años.

Urgencias

Otra de las realidades que refleja el informe es el elevado número de personas mayores de 65 años (un total de 64.000) que viven solas. Es una cifra que preocupa a las autoridades municipales ante la llegada del invierno y la previsible epidemia de gripe, que año tras año colapsa los servicios de urgencias de los hospitales.

Josep Lluís Cuervo expresó ayer su confianza en el Plan Integral de Urgencias que ha elaborado el Departamento de Sanidad de la Generalitat. Sin embargo, el concejal advirtió que "el importante déficit" de infraestructuras que sufre Barcelona en el ámbito de la atención domiciliaria y de los servicios sociosanitarios dificultará inevitablemente la solución al problema. Mayol destacó en este sentido que la Generalitat tendrá que hacer "un esfuerzo" especial para difundir los medios de atención primaria que están alcance de las personas mayores". Los responsables municipales aprovecharon la ocasión para denunciar que la reforma de la atención primaria está estancada en Barcelona y sólo alcanza al 46,4% de la población.