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MUJER Y PODER 50% + 50% = 100%

El compromiso del presidente de la Junta y secretario general del PSOE de Andalucía, Manuel Chaves, de configurar su próximo Gobierno con igual número de consejeras y consejeros supone la apuesta más decidida que un responsable institucional ha realizado en nuestro país en materia de paridad en la toma de decisiones. Esta decisión política responde a una visión de izquierda transformadora de la realidad y se enmarca en un proceso de reconocimiento no sólo jurídico sino real de las mujeres como sujetos históricos, políticos, sociales y económicos.Frente al autismo histórico y social de las mujeres del Partido Popular y de sus dirigentes que dicen no necesitar de cuotas o de cualquier otro mecanismo de acción positiva para llegar al poder, porque "la que vale llega" (sic), las militantes socialistas sabemos que los avances de las mujeres se han conseguido gracias a la lucha colectiva de los grupos feministas de mujeres (desde las primeras sufragistas hasta las actuales manifestaciones en contra de la violencia de género) que han culminado en decisiones políticas y consensos colectivos.

No cabe duda de que los avances logrados en los últimos 20 años son considerables en muchos sentidos. Se ha producido una profunda transformación en las condiciones de vida de una alta proporción de mujeres, pero el impacto de estos cambios en su participación en las estructuras de toma de decisiones ha sido débil. El avance alcanzado por las mujeres en educación (mayor matriculación universitaria y mejores resultados académicos) y en el mercado de trabajo no se corresponde con su muy limitada intervención en la toma de decisiones políticas, lo que confirma plenamente la certeza de que las relaciones de género son relaciones de poder. Las transformaciones en la esfera económica, junto con la evolución demográfica y los cambios habidos en las estructuras y formas de vida familiares, así como en los roles de género, hacen necesarias políticas en las que la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres son un eje estratégico de intervención. Sólo la incorporación de la perspectiva de género en las estructuras y decisiones políticas, sociales y económicas permiten crear las condiciones estructurales necesarias para que las mujeres participen en la esfera de lo público.

Por tanto, el argumento liberal de "la que vale, llega", no sólo es injusto desde nuestra conciencia de sujetos históricos que reconocemos la lucha política que abrieron nuestras predecesoras y que nos ha permitido llegar hasta aquí. Este argumento tampoco concuerda ni con la tozudez de las cifras ni, por supuesto, con la realidad de un montón de mujeres capaces que diariamente tienen que optar entre su valía y su desarrollo profesional y su rol de género en la familia. Ya lo decía irónicamente la escritora Virginia Wolf: "Es impensable que una mujer hubiera tenido el genio de Shakespeare en su época. Porque genios como el de Shakespeare no florecen entre los trabajadores, los incultos, los sirvientes... ¿Cómo hubieran podido florecer entre los trabajadores, los incultos, los sirvientes... ¿Cómo hubieran podido florecer entre las mujeres cuyo principal trabajo consistía en controlar a las niñeras de sus niños -las que tenían niñeras- forzadas a ello por sus progenitores y el poder de la ley y de las costumbres? Sin embargo, debe de haber existido un genio de alguna clase entre las mujeres, del mismo modo que debe de haber existido en las clases obreras?

Decisiones como la que ha tomado nuestro secretario general siguen siendo necesarias, ya que no se trata sólo de presentar cabezas de cartel femeninas como hace el PP, sino de remover las estructuras contaminadas por el orden patriarcal, en el que mujeres y hombres nos desenvolvemos. Las mujeres de izquierdas sabemos además que los países que se han significado por un mayor desarrollo del estado del bienestar son aquellos precisamente en los que las mujeres han conseguido una mayor participación en la toma de decisiones. Y esta coincidencia no es casual pues la socialdemocracia ha sabido incorporar las propuestas de género e incorporarlas a la agenda política.

Por otro lado, actualmente existe la creciente convicción de que los factores que determinan el éxito de las estrategias nacionales para enfrentar los desafíos políticos, económicos y sociales que están planteando el proceso de globalización se relacionan con las capacidades de los países en materia de liderazgos eficaces, en las instituciones y reglas del juego que manejan los actores sociales y, por último, en la capacidad para formular e implementar las políticas públicas que se requieran. Políticas que tienen que ser capaces de armonizar el desarrollo económico y social con los propósitos de la democracia. Y por ello es importante concebir el liderazgo de las mujeres, no sólo como la expresión de un sector de la sociedad que emerge con gran fuerza como un nuevo actor social con derecho legítimo a intervenir en la conducción de la sociedad, sino además como un instrumento de transformación potencialmente poderoso, para dar respuesta a las demandas y desafíos de los cambios.

La apuesta de Manuel Chaves es una decisión que tiene que servir de ejemplo al conjunto de los agentes económicos y sociales de Andalucía, pues nuestra comunidad no podrá alcanzar un desarrollo óptimo si no va emparejado con un empoderamiento de las mujeres en los diferentes ámbitos de la acción pública. La democracia paritaria y las políticas de género son también un factor de desarrollo social y económico que permitirán un desarrollo humano sostenible en la Andalucía del siglo XXI.

"Frente al autismo histórico del PP, las socialistas hemos logrado avances gracias a la lucha feminista"

María José Calderón es secretaria de Participación de la Mujer de la comisión ejecutiva regional del PSOE de Andalucía y presidenta de la Comisión de la Mujer del Parlamento de Andalucía

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