50.000 millones para el Tercer Mundo

Cinco años después de tomar el madrileño paseo de la Castellana han vuelto a ocupar la calle con sus tiendas de campaña, que ahora tienen forma de iglú. La Plataforma 0,7% se ha asentado en el aparcamiento de la madrileña estación de Atocha desde el pasado sábado por la noche. En esta ocasión, no han colocado cientos de tiendas, pero sí son cientos las organizaciones que apoyan su acción. En concreto, 300, entre las que se encuentran ONG con gran implantación en el país: Cáritas, Intermón y Manos Unidas. Intermón ya ha levantado allí su propia tienda y hoy lo harán Cáritas y Confer (la Confederación Española de Religiosos y Religiosas). Las 300 ONG que apoyan esta iniciativa son las que integran una plataforma constituida a principios de año bajo el nombre de Campaña deuda externa: ¡deuda eterna! con el fin de pedir la condonación de la deuda de los países del Tercer Mundo. Entre las asociaciones sin ánimo de lucro que la integran están, por ejemplo, CIDEAL, ACSUR-Las Segovias, la Iglesia Española Reformada Episcopal y los sindicatos CCOO y UGT.El objetivo de lograr que se destine el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) ha pasado ahora a un segundo plano frente al logro de la condonación de la deuda de los países pobres. De momento, a los representantes de la Plataforma 0,7% les valdría con que el Gobierno destinara el 0,35% del PIB a la cooperación, en lugar del 0,27% que tiene previsto, si aporta también 50.000 millones de pesetas de los Presupuestos del 2000 para gasto de condonación de la deuda de los países del Tercer Mundo. Esta cantidad la acordaron ayer los responsables de la organización, tras consultar a varios expertos, y la solicitarán formalmente en los próximos días al Gobierno.

Uno de los representantes de la plataforma, Pablo Osés, explica el motivo de este cambio de orientación. "No es que nos conformemos con que se destine el 0,7%, ni mucho menos, pero somos realistas, y pensamos que un aumento al 0,35% sería razonable, de momento. Pero la condonación de la deuda es un primer paso imprescindible". Los protagonistas de esta protesta denuncian que se está haciendo "un daño enorme a los países pobres al cobrarles las deuda pendiente": "Mil millones de personas de los 6.000 millones que habitan el planeta viven en condiciones de extrema pobreza. Al cobrarles, nos hemos convertido en los verdugos de los más pobres", señala Osés.

Este representante recuerda las palabras pronunciadas recientemente por el Papa en las que se mostraba a favor de condonar la deuda al Tercer Mundo, señalaba que, de no hacerlo, se produciría una catástrofe, y animaba a aplicar en esta ocasión la "ética de la supervivencia": no obligar a devolver la deuda, como éticamente sería lo correcto en otros casos, sino tener en consideración otros factores.

Los portavoces de la Plataforma 0,7%, que aseguran que en la organización hay gentes de todas las confesiones, han hecho un llamamiento al cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, "para que apoye públicamente la petición del Papa de que se condone la deuda" participando en el acto organizado el próximo domingo por las 300 organizaciones que apoyan la protesta: una cadena humana que se iniciará en la Puerta del Sol y de la que saldrán dos brazos, uno hacia el Ministerio de de Asuntos Exteriores y otro hacia el Ministerio de Economía y Hacienda.

"En un principio, esperábamos que participaran unas 3.000 o 4.000 personas en la cadena, pero ahora ya sabemos que contaremos con el apoyo de unas 20.000", asegura Pablo Osés. La Plataforma 0,7% cuenta con 60 comisiones repartidas por España en las que trabajan 1.000 personas y las 300 ONG de la plataforma agrupan a más de 400.000 personas.

Para los responsables de estas ONG, la solución ideal sería "hacer tabla rasa, como hacían los judíos del Antiguo Testamento". Lo explica Osés: "Los miembros de cada tribu se repartían cada 50 años todas las tierras y riquezas por partes iguales. El motivo era que cuando transcurrían 50 años volvía a haber otros ricos y otros pobres, por lo que volvían a hacer lo mismo. Es una manera de solucionar la desigualdad extrema. En este caso, consistiría en condonar a los 41 países muy pobres toda la deuda hasta que deban una cantidad que no les cueste dinero sostener, es decir, la deuda sostenible. Los países ricos no nos daríamos ni cuenta".