El Reino Unido investiga sus bajos índices de supervivencia al cáncer
Los recortes públicos ponen a los británicos a la cola de Europa
La Cámara de los Comunes británica ha decidido investigar las razones por las que los índices de supervivencia de los enfermos de cáncer son mucho más bajos en el Reino Unido que en el resto de Europa. Los oncólogos del país han admitido públicamente que mienten a sus pacientes acerca de los tratamientos óptimos, porque saben que la sanidad pública se niega a pagarlos cuando son muy caros.
Las graves estrecheces económicas de la sanidad pública han provocado que el Reino Unido trate a sus enfermos de cáncer peor que cualquier otro país desarrollado, según todos los indicadores. Por ejemplo, Gran Bretaña gasta ocho veces menos que Estados Unidos, y siete veces menos que Alemania, en medicamentos anticancerosos. Y las consecuencias son evidentes. Por ejemplo, sólo el 60% de los británicos con cáncer de colon sobreviven después de cinco años, frente al 80% de los de EE UU.La investigación parlamentaria, que dará comienzo después de Navidad, tratará de averiguar si la falta de fondos denunciada por los médicos explica por sí sola el hecho de que sólo un 5% de los enfermos británicos de cáncer de pulmón reciba los últimos medicamentos del mercado. En Estados Unidos, éstos alcanzan a un 50% de los afectados.
Los índices de supervivencia colocan al Reino Unido a la cola de Europa, muy por debajo de Suiza, Holanda, Finlandia, España o Italia.
"No creo que los médicos mientan a los pacientes con malicia cuando son preguntados acerca de los últimas medicinas para sus cánceres. Más bien creo que prefieren no angustiarles más hablando de unos productos que la sanidad pública no está dispuesta a financiar", ha señalado Hilary Thomas, oncóloga del centro para el cáncer Saint Luke de Surrey, al sur de Inglaterra.
Las declaraciones de Thomas, efectuadas en una reunión de especialistas organizada esta misma semana por Ian Gibson, presidente del comité de los Comunes encargado de todo lo relativo al tratamiento del cáncer en el Reino Unido, coinciden con las de muchos de sus colegas oncólogos, que consideran que el gobierno laborista debería aumentar "en un 200%" los fondos dedicados ahora al tratamiento farmacológico del cáncer. En estos momentos, la sanidad pública británica invierte 170 millones de libras anuales (17.500 millones de pesetas) en pagar las facturas de productos específicos para el cáncer.
Yvette Cooper, nueva secretaria de Estado de Sanidad, ha admitido que los índices de supervivencia de los cancerosos dejan mucho que desear en el Reino Unido, y, de hecho, 12.700 muertes podrían haberse evitado entre 1986 y 1990, según la secretaria de Estado. El problema no acaba ahí: dentro del propio país, la posibilidad de ser reconocido por un especialista varía según las regiones. Por ejemplo, un paciente con cáncer en la boca residente en una zona rica tiene un 11% más de posibilidades de vivir cinco años tras la operación que el vecino de una provincia pobre. La explicación es que el primero suele conseguir una pronta visita al oncólogo, mientras que el otro debe conformarse con seguir yendo a su médico de cabecera.
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