El Ayuntamiento de Barcelona se prepara frente al "efecto 2000"

El Ayuntamiento de Barcelona lleva dos años preparándose para que el efecto 2000 cause las menores molestias posibles a los ciudadanos. La municipalidad ha invertido un total de 520 millones de pesetas en la sustitución de los equipos informáticos más vulnerables al cambio de cifra y a la adecuación de los programas de las distintas dependencias. Los responsables municipales vienen trabajando desde 1997 codo a codo con las compañías suministradoras de los servicios básicos para conseguir que el próximo fin de año, en el que influyen tantos elementos dispares, se proporcionen las máximas garantías a los barceloneses sobre el correcto funcionamiento de las redes de electricidad, agua, telefonía, gas y del transporte público. La plantilla de la Guardia Urbana de Barcelona trabajará al completo la noche de fin de año, así como los servicios de informática municipales, que efectuarán turnos de guardia las 24 horas. El Ayuntamiento dispondrá de un comité de crisis que funcionará desde las 12 de la mañana del día 31 de diciembre hasta la misma hora del 1 de enero del 2000, en el que estarán representados la Guardia Urbana, Protección Civil, el Instituto Municipal de Informática (IMI), la Sociedad Coordinadora de Urgencias de Barcelona (061) y las empresas de servicios. En dicha franja horaria se activará un plan básico de emergencia que actuará en coordinación con las restantes mesas de crisis de la Generalitat y de la Delegación del Gobierno.

Celebración ciudadana

El concejal que preside la comisión de Presidencia y Hacienda, Ernest Maragall, trató ayer de tranquilizar a los barceloneses al afirmar que el equipo de gobierno se ha preparado a conciencia en todos aquellos aspectos previsibles, pese a lo cual reconoció que existen circunstancias difíciles de prever en una jornada en la que se pondrán a prueba un gran número de elementos. En opinión de Maragall, la principal incógnita estriba en conocer a priori el alcance que tendrá la celebración ciudadana y la intensidad del uso de determinados servicios.

La concejal responsable de Seguridad y Movilidad, la socialista Carme Sanmiguel, ayer hizo hincapié en que se han dispuesto los mecanismos necesarios para garantizar que tanto los sistemas de semáforos como el alumbrado y los servicios básicos funcionen. Entre las empresas que han preparado dispositivos especiales la edil citó a Renfe, la cual operará a las 12 de la mañana con las máquinas paradas. TMB y Ferrocarrils de la Generalitat se están planteando, según dijo, si efectuarán algunos minutos de paro en la red. En el caso del metro se estudió parar durante 10 minutos, pero la concejal dijo que seguramente no será necesario.

Maragall y Sanmiguel recomiendan a los barceloneses que celebren el fin de año con prudencia, prescindan del vehículo particular siempre que sea posible y efectúen sus desplazamientos en transporte público. Además, apuntaron otro consejo: que se eviten los ascensores, pues es preferible cansarse un poco a pasar una fecha tan trascendental atrapado en un elevador.