Bienestar Social despide a su delegado en Ripoll por un desfalco en un hogar de ancianos

El Departamento de Bienestar Social de la Generalitat despidió ayer al responsable de su oficina en Ripoll, Valentí Clarena Calmet, que también era presidente de Convergència Democràtica (CDC) en la comarca del Ripollès, "por deslealtad y abuso de confianza en las gestiones encomendadas" tras ser acusado de un posible desfalco en una residencia de ancianos. Este departamento abrió un expediente disciplinario a Clarena, que también es concejal del Ayuntamiento de Camprodon, el pasado 10 de septiembre y le suspendió cautelarmente de sus funciones al ser acusado de un posible desfalco en el hogar de ancianos de Ripoll del que era gerente.

Varios particulares y políticos de diferentes partidos de la comarca del Ripollès acusaron a Clarena de haber usado para fines particulares dinero público, aproximadamente 1,5 millones de pesetas de los fondos del hogar, aunque la Generalitat no informó ayer en un comunicado de si la "deslealtad" se refiere en concreto a esta acusación.

Las irregularidades de Clarena al frente del hogar se remontan a principios de año, cuando empezaron a acumularse deudas de la institución en comercios y restaurantes de la comarca por valor de 1,5 millones de pesetas. En junio, la junta de jubilados del hogar descubrió el escándalo y la dirección comarcal de CDC obligó a Clarena a devolver la cantidad defraudada al mismo tiempo que se impuso un pacto de silencio.

Tras publicarse el desfalco en la prensa, Valentí Clarena cesó de todos sus cargos y entregó el carnet de militante de Convergència durante una asamblea del partido especialmente tensa porque se supo que algunos dirigentes de CDC en Ripoll estaban enterados de estas irregularidades.