González cree que los socialistas han superado ya el eurocentrismo

El ex presidente del Gobierno de España Felipe González, vicepresidente hasta hoy de la Internacional Socialista (IS), se da por satisfecho del trabajo que ha realizado durante los tres últimos años al haber imbuido a esta organización del sentimiento de que debe dejar de ser un órgano "eurocéntrico", ya que los problemas más intensos ocurren fuera de las fronteras europeas. "Por primera vez en su historia, la Internacional Socialista mira hacia todo el mundo", dijo ayer González, después de que la IS adoptara la llamada Declaración de París, en la que han trabajado, bajo sus auspicios, socialistas y socialdemócratas de todos los continentes.

El que fuera líder del PSOE tuvo una conversación hace 20 años con el entonces presidente de la Internacional Socialista, Willy Brandt, en la que el político alemán hizo un diseño al joven español sobre lo que debía de ser la IS a medio y largo plazo. Brandt vislumbró para el fin de siglo que Felipe González habría conducido a la Internacional Socialista por un camino abierto al mundo, saltando los márgenes de Europa, y como culminación de ese proceso un socialista no europeo se haría cargo de la organización.No se ha cumplido esto último -González confía en que un africano o un latinoamericano pueda ser el presidente en los próximos cuatro u ocho años- y tampoco el ex líder del PSOE ha ocupado la presidencia, pero la IS, a partir de París, se ha abierto al mundo.

Hace tres años, en Nueva York, Felipe González recibió el encargo de la Internacional Socialista de impulsar la renovación de las ideas del socialismo. Este encargo fue posterior a que se negara rotundamente a ocupar la presidencia de esta organización que agrupa a más de 140 países. El producto de su trabajo tuvo que presentarlo ayer ante el plenario de la IS y sus allegados aseguran que ha cumplido casi todos sus objetivos. González se puso como primer reto el sacar a la IS de su concepción "eurocéntrica" y para ello integró en su comisión de trabajo, llamada Progreso Global, a mandatarios o líderes socialistas de todos los continentes. Después, ha tratado de superar las distintas concepciones que podrían derivarse del socialismo que representa el francés Lionel Jospin del encarnado por el británico Tony Blair.

Unión de Blair y Jospin

Las apariencias decían que Blair se derechizaba en exceso a ojos de los más ortodoxos. Felipe González apeló ayer a los discursos de los dos citados para llegar al convencimiento de que ambos defienden con fuerza otra de las líneas maestras de la Declaración de París y de su propio trabajo: la reivindicación de la política. "Si en el plenario ha habido dos discursos reivindicativos de la política, éstos han sido los de Jospin y Blair; los dos se han subido al carro de la política".Poco a poco, los ciudadanos se irán acostumbrando a escuchar de los líderes socialistas de todo el mundo esta "defensa de la política" que no es sino una llamada de atención a los peligros de que desde otras instancias, principalmente de la economía, se decida qué se hace en el mundo. "Tenemos que proclamar la autonomía de la política para defender los intereses generales".

Sobre esta proclama se extendió también el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, que por encargo del Presidium de la IS defendió ante el plenario la Declaración de París, por lo que todo quedó muy español habida cuenta de la contribución de González a este texto, tal y como le reconocieron, en términos muy elogiosos, la mayoría de los dirigentes que subieron a la tribuna.