Moscú prueba dos viejos misiles contra la 'guerra de las galaxias' de Clinton

Rusia extenderá la vida útil de sus cohetes nucleares si Estados Unidos se salta el tratado ABM de 1972 y despliega un sistema antimisiles contra eventuales ataques de Estados hostiles como Irán y Corea del Norte. Ése es el sentido del lanzamiento de un cohete antimisil efectuado el martes desde Kazajstán, por primera vez en seis años, y puede que también del que tuvo ayer como escenario una base de la región de Astrakán.El general Vladímir Yakovlev, jefe de este sector vital de la defensa rusa, ligó el primero de los ensayos con el deseo norteamericano de revisar el ABM, a lo que Moscú se opone rotundamente por considerar que socavaría todo el proceso de desarme.

Según la agencia Itar-Tass, durante el lanzamiento del martes se comprobó el funcionamiento de los motores del misil. Eso permitirá tomar una decisión sobre la prolongación de la vida útil de todos los cohetes del mismo tipo. En cuanto al ensayo de ayer, que supervisó el propio Yakovlev, fue de un cohete Tochka-u de corto alcance y con capacidad para transportar una cabeza de hasta 500 kilos que puede ser nuclear.

Estados Unidos ofrece compensaciones a Rusia para que ceda, pero la respuesta lleva meses siendo un no sin paliativos. Ahora, con las elecciones legislativas y presidenciales en el horizonte inmediato, el rechazo es aún más rotundo. El presidente ruso, Borís Yeltsin, envió el martes a Oslo a su primer ministro, Vladímir Putin, con un mensaje para Bill Clinton en el que le advertía de las "extremadamente peligrosas consecuencias" de violar el tratado.

El ABM prohíbe el despliegue de sistemas antimisiles con la filosofía de que el miedo a la destrucción mutua es el mejor agente disuasor. Según fuentes militares, si EEUU decide saltarse el tratado, Rusia respondería con el rearme atómico, aumentando las cabezas nucleares operativas y ampliando la vida útil del arsenal de misiles.