El BCE sube el precio del dinero al 3%
La autoridad monetaria europea busca asegurar el crecimiento sin que se dispare la inflación
Golpe de timón en la política monetaria para la zona euro. El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer una contundente subida de medio punto en el tipo de interés oficial, hasta situarlo en el 3%. Éste es el nivel con que arrancó la moneda única europea en enero de este año, dulcificado después en abril, hasta el 2,5%. Horas antes de que se reuniera en Fráncfort el consejo del BCE, el Banco de Inglaterra también decidió aumentar el precio del dinero, en un cuarto de punto, hasta el 5,50%.El presidente del BCE, el holandés Wim Duisenberg, dejó claro que el peligro de que se dispare la inflación es la principal razón de la decisión: "El principal motivo para subir los tipos de interés es el hecho de que, desde el comienzo del verano, el indicador de riesgos futuros sobre la estabilidad de precios se ha orientado gradualmente hacia la zona roja".
Sin despreciar los peligros de un posible repunte de la inflación, muchos analistas también destacaron ayer que la decisión de subir los tipos tiene una justificación psicológica: el BCE necesitaba sentar su autoridad y dejar bien claro ante los mercados que iguala en rigor al Bundesbank, el banco central alemán, que durante años llevó la voz cantante en la política monetaria en Europa. Esto justifica que haya subido los tipos en la primera oportunidad que ha tenido, sin retrasar la decisión en lo más mínimo. Y que lo haya hecho medio punto de golpe, cuando podía haber aumentado sólo 0,25 puntos, y esperar nuevos indicadores antes de elevar el precio del dinero de nuevo.
El quebranto que la subida de tipos puede provocar, sobre todo en Alemania, cuya economía empieza a desperezarse, no se ha tenido en cuenta. Al contrario, Duisenberg aseguró que la decisión, adoptada por "consenso" en el consejo del BCE reunido ayer, "permitirá un crecimiento económico duradero" en la zona euro y garantizar que no se sobrepasa el límite del 2% establecido para los precios.
También por primera vez, la decisión del Banco Central Europeo favorece claramente a unos países, como España, cuya economía ha comenzado a sobrecalentarse, mientras que perjudica a otros, básicamente Francia y Alemania, que no temen rebrote alguno de la inflación, y a quienes un precio del dinero más caro castigará en términos de inversión, crecimiento, y empleo. Ahora, Alemania crece sólo a un ritmo del 0,6% y su inflación es de un moderado 0,7%, pese a lo cual el BCE ha optado por apretar las tuercas. El futuro de Alemania es determinante para la zona, pues representa más de la cuarta parte de la actividad económica. El crecimiento económico medio en la zona euro es de un 1,5% y los precios se sitúan en el 1,2%, pero el BCE entiende que la recuperación está en marcha (un 2% en 1999, y un 2,7% en el 2000) y que existen riesgos para el control de los precios, cuyo índice fijó en el 2% como máximo.
"Ayudamos a un crecimiento amplio y fuerte", añadió el presidente del BCE, quien ha vuelto a hacer un alarde de independencia, similar al que le llevó a bajar los tipos en la primavera pasada, sólo después de que el ministro de Finanzas alemán, Oskar Lafontaine, dimitiera de su cargo.
Aumento del crédito
Lo que más preocupa al BCE, como ha reflejado en sus últimos informes, es el aumento de la masa monetaria, lo cual, paradójicamente, tiene mucho que ver con la relajación de tipos que ha regido desde la primavera pasada. La variable M3 (efectivo y depósitos) ha aumentado hasta agosto un 5,7%, por encima del límite del 4,5% fijado por el BCE, y el crédito al sector privado crece a un ritmo superior al 7%. Este aumento del dinero en circulación está también relacionado con el denominado efecto 2000 y las exigencias de mayor liquidez por parte de las entidades financieras.El BCE ha decidido poner freno a una situación que se ha traducido también en una pérdida de valor del euro frente al dólar, desde los 1,0789 con que arrancó la moneda única, hasta los 1,0503 con que ayer se cambiaba. La subida ayer de tipos en la zona euro, sigue la estela de la Reserva Federal de EE UU, que en agosto pasado los elevó hasta el 4,75%.
Los mercados financieros habían apostado en los últimos meses por la subida de tipos en la zona euro, y la decisión de ayer por su magnitud, despeja cualquier incertidumbre. Mientras que los tipos a corto se han mantenido estables en los últimos meses, aunque con un ligero repunte en septiembre, en los plazos largos el incremento entre junio y octubre ha sido de un punto.
La evolución de los precios de los productos energéticos es otra de las razones que han llevado al BCE a decidir endurecer su política monetaria. El precio del barril de petróleo se ha más que duplicado en el último año y los precios al consumo de los productos energéticos en la zona euro se ha elevado un 6,4% en septiembre pasado. No obstante, los contratos a futuros apuntan a que se ha llegado a un techo en la cotización internacional del crudo. Aunque Duisenberg no lo mencionó ayer directamente, la insatisfacción del BCE por las políticas presupuestarias de los Gobiernos de la zona es una constante.
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