Boeing pospone la entrega de 34 aviones por un fallo en la cabina
En una de sus peores semanas, la empresa aeronáutica estadounidense Boeing -constructora del avión egipcio accidentado frente a las costas de Nueva York- anunció ayer un retraso en las entregas de 34 aparatos de cuatro modelos diferentes, al detectarse un fallo en el aislamiento de la cabina de los pilotos y no superar las pruebas de seguridad de la Agencia Federal de Aviación (FAA) de EEUU. Este error nada ha tenido que ver con los recientes accidentes, según recalcó ayer un ejecutivo de esta multinacional.
La autoridad federal norteamericana encargada en velar por la seguridad aérea sostiene que los fallos detectados en el aislamiento de la cabina incrementan los riesgos de incendio. Se trata de un asunto delicado, pues ésta pudo ser, a juicio de los investigadores, la causa del accidente de un MD-11 de la compañía Swissair frente a las costas canadienses de Halifax, ocurrido el 3 de septiembre de 1998 y que costó la vida a sus 229 ocupantes. Este contratiempo, el segundo en una sola semana -con más efecto en la imagen de la empresa que en la producción real- ha forzado a Boeing a anunciar un retraso "de varios días" en las entregas previstas de 34 aparatos de los modelos 747, 757, 767 y 777, con el fin de corregir el fallo. Este retraso no debe tener repercusión alguna, según portavoces de la multinacional en la cifra de entregas prevista para este año (620), que constituye un récord histórico.
Los aislamientos tienen la finalidad de impedir las filtraciones de humedad en la cabina y proteger todo el cableado eléctrico de posibles cortocircuitos. Según Jeff Hawk, director de certificación de los aviones de Boeing, el problema detectado está relacionado con el modo en el que ha sido ensamblado el aislamiento. El fallo en ese revestimiento nada ha tenido que ver con los accidentes ocurridos recientemente con aviones de Boeing, recalcó el directivo.
El anuncio de un retraso en las entregas inmediatas previstas tuvo una repercusión negativa en la cotización de las acciones de la compañía en la Bolsa. En Wall Street, ayer abrieron con una pérdida superior al 4%. El lunes, tras el accidente del 767 de EgypAir, las pérdidas superaron el 3%.
Los problemas de los Boeing no paran ahí. Ayer se supo que un miembro de la tripulación del aparato de EgyptAir había informado de un problema en los inversores de empuje de los reactores, durante la escala en Los Angeles, según informó ayer CNN citando fuentes oficiales. Precisamente, la FAA estaba a punto de ordenar inspecciones y modificaciones de los inversores de empuje en los Boeing 767, que sirven para frenar el aparato, a fin de evitar su despliegue accidental en vuelo. Los inversores de empuje son utilizados en el aterrizaje para ayudar a la desaceleración del aparato, informa France Presse.
Los equipos de rescate, que han abandonado toda esperanza de hallar supervivientes en el avión sinestrado, han localizado la señal de las dos cajas negras, que deberá ayudar a los expertos a conocer la causa del accidente. El FBI y la Oficina Nacional de Seguridad en el Transporte, responsables de la investigación, han reiterado que no existen pruebas que apunten a un atentado terrorista, aunque no hay excluida ninguna opción.
En el avión viajaban 33 militares que volvían a El Cairo "tras cumplir misiones de preparación que forman parte de un programa de cooperación entre Estados Unidos y Egipto", según confirmó ayer el Ministerio egipcio de Defensa. El Cairo es uno de los principales aliados militares y políticos de Washington en Oriente Próximo y ambos Gobiernos intercambian anualmente decenas de oficiales en cursos, además de celebrar maniobras conjuntas.
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