La hospitalización de Tudjman reabre el debate sucesorio en Croacia

El presidente croata, Franjo Tudjman, de 77 años, se recupera en un hospital de Zagreb de una operación intestinal. La urgencia con la que fue internado el lunes y sus precedentes médicos -que apuntan a la existencia de un cáncer de estómago desde 1996- han reabierto el debate sucesorio en uno de los países clave de la antigua Yugoslavia, y de cuya estabilidad depende en gran medida la paz en Bosnia-Herzegovina y en Eslavonia oriental.El equipo médico responsable de su salud sostiene que la operación consistió en cerrar una perforación en el intestino grueso, que Tudjman se recupera con normalidad y que en breve podrá retomar sus tareas de gobierno. Es la versión oficial tranquilizadora, que tiene en cuenta la proximidad de las elecciones legislativas del 22 de diciembre, que aún deben ser convocadas, y en las que la oposición tiene más posibilidades que nunca.

La salud de Tudjman se ha transformado en un asunto de Estado y de interés internacional, por el papel de Croacia en la estabilidad de los Balcanes tras las sucesivas guerras sufridas en la década de los noventa.

La Constitución croata otorga a Tudjman inmensos poderes ejecutivos: puede nombrar al primer ministro y a todos los ministros. Su partido, de corte nacionalista, ocupa el poder en todos los estamentos de la sociedad, sin dejar apenas espacio a la oposición o a las voces discrepantes. Muchos son los analistas que describen el sistema de gobierno de Croacia como autoritario, pero, a diferencia del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, Tudjman aprendió la lección de Bosnia, firmó la paz de Dayton, colabora con el Tribunal Penal Internacional de La Haya y es un socio comercial destacado de la Unión Europea