Alberti ha muerto cuando debía
Tras despertarnos el 28 de octubre con la pena serena y sosegada de la muerte de Alberti, las portadas y la radio se han inundado con la mar del poeta.Una voz se lamentaba en las ondas de que por pocos días Alberti no había conocido el año 2000.
El poeta ha elegido la fecha con la misma inteligencia y elegancia con la que elegía sus versos. Ha muerto en su siglo, en el que nació, un siglo del que él ha sido y será figura.
¿Qué tendrá que ver un 2000 vacío, sin linaje ni alcurnia, que se nos presenta con la palabra "efecto" (y permítanme, hortera), del que están escribiendo ya su historia sin tenerla, con lo vivido, creado y sentido por el hombre de pelo blanco y ojeras forjadas por óleo, lienzos, la sal, puños arriba y versos?
Poco espero del próximo siglo; supongo que algún avance médico que siempre llegará tarde, y no me fío de los que tenemos que escribir su historia.
Alberti ha muerto cuando debía.
Modestamente, yo en su lugar hubiera hecho lo mismo.-
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