Comienza a llegar ayuda a los millones de víctimas del ciclón en India

Equipos de ayuda y rescate comenzaron ayer a actuar en el Estado indio de Orissa, en la costa oriental del país, donde un gigantesco y destructivo ciclón mató entre el viernes y el sábado a miles de personas y dejó al menos a dos millones sin nada. Se estima que unos diez millones de personas han sido, en mayor o menor grado, víctimas del ciclón, el segundo en padecer Orissa en el lapso de dos semanas. El anterior mató a un centenar de personas, pero el de ahora es el más grave sufrido en el siglo y ha hecho desaparecer poblaciones enteras.Toneladas de material médico y sanitario llegaron o estaban en camino en trenes, mientras en los puertos se esperaba el atraque de buques con alimentos. El ejército del Aire recurrió a helicópteros para allegar bolsas de comida y agua a zonas que han quedado incomunicadas por los estragos causados por lo que el ministro de Agricultura, Bhaskar Barua, define como "calamidad de rara severidad". El caos es tal que se ignora la situación en que se encuentran millones de personas, y el Gobierno local sigue sin poder evaluar con certidumbre los daños de todo tipo padecidos.

Informaciones de la prensa local hablan de hasta 3.000 muertos, aunque apenas se han recuperado dos centenares de cadáveres. El grueso de los estragos lo sufrió la localidad costera de Paradip, atacada de lleno por vientos de hasta 260 kilómetros por hora. La superficie entre esta ciudad y la capital del Estado, Bhunbaneshwar, es un gigantesco mar de agua dulce. Una primera declaración del Gobierno de Orissa evaluaba en unos dos millones las personas damnificadas en unas 2.000 aldeas. El Estado tiene alrededor de 35 millones de habitantes.

La falta de aprovisionamientos hizo que el domingo algunos de los damnificados, desesperados por la situación, saqueran almacenes que guardaban alimentos y asaltaran vehículos. Una mujer contó cómo, en su furia, los manifestantes detuvieron un furgón policial, lo que dio lugar a una carga de los agentes. "Vamos a enviar más policía para controlar la situación", señaló ayer Barua. Algunos testigos dan cuenta de cadáveres humanos flotando en las aguas al lado de otros de animales. Cientos de miles de personas vagan desorientadas por los caminos e improvisan refugios con lonas y trozos de plástico.

Barcos hundidos

El responsable del puerto de Paradip anunció el descubrimiento de 41 cadáveres en el puerto y dijo que habían naufragado alrededor de medio centenar de pesqueros de poco calado del vecino Estado de Andhra Pradesh. También se hundieron dos pesqueros de altura que habian buscado refugio.Muchas de las personas que vivían en la zona portuaria fueron desalojadas a la fuerza de sus precarias viviendas en cuanto se tuvo conocimiento de la virulencia del ciclón. "Todos pensaban que duraría una o dos horas y no querían acudir a refugios", señaló un trabajador del puerto.

Anoche seguían las lluvias y los fuertes vientos, por lo que se ignoraba cuándo y en qué condicones podría llegar la ayuda a los damnificados.