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El PP cambia el modelo de crecimiento residencial diseñado por la anterior Diputación de Álava

El PP quiere modificar uno de los pilares sobre los que se sustenta el Plan Territorial Parcial (PTP) de Álava Central, el documento que diseña el futuro de 32 ayuntamientos de esa extensa zona. La Diputación apuesta por un proyecto menos atrevido que el gobierno anterior. En vez de "desbordar" el crecimiento de Vitoria, el ejecutivo de Ramón Rabanera favorecerá la ampliación de forma "natural" de ciertos pueblos, como Salvatierra, Alegría o Nanclares. La Diputación alavesa espera aprobar inicialmente el plan la próxima primavera. El visto bueno definitivo dependerá del Gobierno vasco.

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El PTP, aunque se refiere a territorio alavés, está elaborado con una vocación supraprovincial. Pretende convertir a Foronda y sus alrededores en el futuro motor económico del País Vasco, basándose en la implantación de industrias ligadas a la aeronáutica y al transporte. A favor cuenta con una extensa zona, completamente llana, que favorece las comunicaciones.El documento también ordena la expansión residencial. Es ahí donde se producen las mayores divergencias entre el anterior responsable de Urbanismo en la Diputación, Avelino Fernández de Quincoces, de Eusko Alkartasuna, y el nuevo gobierno del Partido Popular. La nueva Diputación apuesta por "un crecimiento natural, respetando el medio ambiente y la agricultura" de la Llanada alavesa. De este modo, descarta la atrevida propuesta de Fernández de Quincoces, que pretendía ubicar a los lados de la N-I desde Vitoria hasta Salvatierra una serie de industrias, zonas residenciales y agrícolas. Así se confundían las fronteras entre lo urbano y lo rural. Incidía en el concepto de la "gran ciudad vasca" y seguía modelos ya existentes en Francia y Estados Unidos. El anterior equipo de gobierno foral hablaba incluso de concentrar en un futuro no muy lejano a medio millón de habitantes en la zona.

"Nosotros no compartimos esa idea", comenta el actual diputado de Urbanismo, Antonio Aguilar, del PP, partidario de un crecimiento más convencional. "Estamos más de acuerdo con las DOT . Creemos que distorsionaría los valores paisajísticos de la zona y supondría un sobrecoste en infraestructuras. Queremos que los pueblos crezcan más rápido y descentralizar la provincia". En el fondo planea el debate de la macrocefalia de Vitoria, donde actualmente reside cerca del 80% de la población alavesa.

Aguilar apuesta, en vez de por nuevos asentamientos esparcidos de forma seleccionada, por el crecimiento de algunos pueblos como Salvatierra, Alegría, Nanclares, Cigoitia y Legutiano. "Incluso también se pueden formar algunos núcleos pequeños, a medio plazo, al sur del pantano", especifica Aguilar. Además, piensa potenciar otras zonas para acoger segundas residencias, tales como Campezo, Salinas de Añana y Valdegovía.

Aparte del reparto de las zonas residenciales, los otros dos grandes ejes sobre los que se pretende que gire Álava en el futuro son el aeropuerto de Foronda y la autopista A-1 (es decir, la Éibar-Vitoria ampliada hasta Armiñón, en el enlace con la A-68). En esos dos proyectos, Antonio Aguilar conservará a grandes rasgos las ideas propuestas por su antecesor. "Seguiremos apostando por Foronda, porque es importante su vinculación con el transporte de mercancías. Se puede aprovechar que no hay otro aeropuerto cercano especializado en la carga", señala Aguilar.

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Foronda ya ocupa el tercer puesto en cuanto al tráfico de mercancías en España, y según los proyectos del PTP, se pretende que compita en un futuro con los otros aeropuertos más importantes de Europa en esta especialidad: Francfort, Londres y Rotterdam.

Plazos para la A-1

Con respecto a la autopista A-1, una de las grandes apuestas del anterior titular de Urbanismo, el nuevo equipo de gobierno se remite a las directrices marcadas por el Plan Integral de Carreteras de Álava (PICA), que especifica que el primer tramo, entre Luco y el límite con Guipúzcoa, debería construirse en el plazo de los próximos cuatro años. No obstante, aún falta conseguir la financiación del proyecto. En este sentido, tras una fase de titubeos, el Partido Popular ha asegurado que buscará respaldo económico tanto en la empresa privada como en las restantes administraciones.

El segundo tramo, entre Luco y Echávarri-Viña, debería acometerse en los siguientes seis años. Y, por último, el segmento entre Echávarri y Armiñón tendrá que esperar "hasta el año 2020 o 2025". Aguilar asegura que varios estudios internos de la Diputación aseguran que no se hará necesario ese tramo hasta entonces si, como está previsto, se mejoran las vías ahora existentes: la N-102 se ampliará y la N-I también, tanto en el tramo alavés como en Treviño, la denominada legua del Rey. Este último proyecto compete al Ministerio de Fomento y, aunque lo ha acometido con casi dos años de retraso, se espera que pueda concluirse para principios del año 2003.

El plan para Álava central es un grueso documento que consta de diez volúmenes y ordenará la mayor parte del territorio de la provincia, excepto la Rioja Alavesa (se presentará su propio PTP dentro de dos semanas) y el Valle de Ayala.

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