Almodóvar vuelve a la pelea de los 'oscars' de Hollywood con 'Todo sobre mi madre'

"Es pronto para hablar de ello, pero si gano el Oscar, inevitablemente se lo dedicaré a mi madre". Pedro Almodóvar vuelve por cuarta vez a la pelea de los premios de la Academia de Hollywood con su último filme, Todo sobre mi madre. Elegida por los miembros de la Academia Española, la película ya ha empezado su desembarco en EE UU de la mano de Sony Classics. Los cinco candidatos definitivos se anunciarán el próximo 15 de febrero en Los Ángeles y, según afirmó ayer el cineasta, la candidatura a la mejor película en habla no inglesa podría no ser la única.

Pedro Almodóvar y su hermano ("Agustín, sube y siéntate a mi lado") explicaron ayer que Sony Classics (siguiendo la estela que dejó Miramax hace un año con La vida es bella, de Roberto Benigni) pretende que Todo sobre mi madre aspire también a los oscars a mejor dirección, mejor música, mejor película y a alguno de los premios de interpretación. Una posibilidad que se abre al estrenarse comercialmente la película en EE UU este año, el próximo 19 de noviembre y con 240 copias.Almodóvar se presentó ayer en la Sociedad General de Autores y Editores de Madrid con un bollo en la mano y media hora después de que el notario de la Academia Española, Lorenzo Guirado, leyera el resultado de las votaciones. Todo sobre mi madre (que en los 20 países donde se ha estrenado ha recaudado 5.230 millones de pesetas y que de momento cuenta con 270 millones de espectadores) dejaba fuera de la carrera de los oscars a los otros dos filmes favoritos: Solas, de Benito Zambrano, y La niña de tus ojos, de Fernando Trueba.

Almodóvar, que en 1986 llegó con Mujeres al borde de un ataque de nervios a la recta final de los premios de Hollywood y que con Tacones lejanos y La flor de mi secreto se quedó fuera de los cinco elegidos, celebró ayer la noticia de que volvía a la pelea cayendo en la tentación de su pastelería favorita.

"No las tenía todas conmigo", aseguró más tarde, "no me gustan las votaciones secretas, me gustan a mano alzada. Ya se sabe, aunque no es el momento de criticar a la Academia, que a veces los productores y directores que tienen más amigos son los que salen elegidos".

Maduro

Para el cineasta, su filme entra en los oscars en "las mejores condiciones". La película ya está vendida, la prensa norteamericana le dedica portadas de sus suplementos y las críticas son muy buenas. "La película les gusta, a pesar de que tiene todos los ingredientes de mi cine que tanto escandalizan a los americanos. Eso es lo gracioso. Cuando era un cineasta underground le gustaba a todos los freaks, locas, escritores independientes y gente así. No llegaba a más de dos cines. A partir de Mujeres aumentó mi audiencia y los críticos más importantes de cada periódico, los más serios, se ocuparon de mí. Las críticas a mis siguientes películas no fueron buenas, pero ahora todo ha cambiado. O ellos se han educado o me han educado a mí. Es como si ahora pensaran "este chico saca a travestones, pero no es malo, es más serio, ha madurado".

Al preguntarle sobre "la estrategia" que seguirán para promocionar el filme en EE UU, Almodóvar señaló: "Roberto Benigni se pasó un año saliendo en todos los programas de televisión del país montando su conocido numerito. Benigni es un gran clown, yo soy un showman y eso limita un poco más mi público. Iré a todas las fiestas, seré simpatiquísimo y sin vicios. Que se crean que soy una monja. No quiero que me ocurra como a Gérard Depardieu, que perdió el Oscar para Cyrano porque se le escapó la palabra violación al hablar de sus amigos de adolescencia. Es una sociedad muy susceptible y, aunque ellos saben que yo tengo un pasado, mi futuro será angelical". Agustín Almodovar añadió, mirando a su hermano: "Por un lado, está la batalla mediática, Pedro, a partir de ahora Sonny Classics comprará paginas de felicitación y de publicidad en revistas especializadas y, por otro, está la de debajo de la superficie, llamadas a amigos, fiestas estupendas...".

Almodóvar fue recibido con un fuerte aplauso, que se repitió cuando respondió a la última pregunta recordando a su madre, a quien dedicará el oscar si lo gana: "No quiero hablar de mi madre porque me quiebro pronto", dijo. "La herida está abierta. Sólo puedo decir que cuando me llamaron hace unos minutos para darme la noticia llamé a mi hermano y sin querer le dije: "Agustín, hay que llamar a mamá". Tuve la osadía de dedicarle a ella esta película sin saber si le iba a gustar o no, y sin saber que sería la última. Se la dediqué a todos los hombres que quieren ser madre, a todas las madres, a ella, y hoy me alegro muchísimo".