Kazajstán cierra la base espacial de Rusia tras la explosión de un cohete

Kazajstán anunció ayer la suspensión de todos los lanzamientos desde el cosmódromo de Baikonur -la base espacial más importante que utiliza Rusia- tras la explosión de un cohete Protón el pasado miércoles, pocos minutos después del lanzamiento. El accidente es igual al registrado en julio en el mismo sitio con el mismo vehículo. En esta ocasión el cohete llevaba a bordo un satélite de la compañía estatal rusa Telecomunicaciones Espaciales. Las autoridades kazajas han tomado la decisión de prohibir los lanzamientos hasta que una comisión de expertos clarifique lo ocurrido.El cohete Protón se estrelló a los cuatro minutos del despegue, tras fallar los motores de su segunda fase. Los trozos del cohetes cayeron sobre una zona de la región de Karaganda, situada a unos 25 kilómetros de la ciudad de Atasu. No se registraon víctimas. Pero un periodista local informó de que la explosión rompiólas ventanas en una amplia extensión de Karaganda.

Una comisión gubernamental kazaja se desplazó inmediatamente al lugar para estudiar la situación.

El accidente fue prácticamente idéntico al registrado el pasado 5 de julio, que desencadenó una crisis entre Rusia y Kazajstán, vecinos normalmente bien avenidos.

Kazajstán, que heredó la base espacial en 1991, cuando se produjo el colapso de la Unión Soviética, prohibió también entonces los lanzamientos y la levantó en septiembre, aunque no sin advertir de que en el futuro pediría un pago mayor por la utilización de la base.

Rusia tiene alquilada la base por 115 millones de dólares (unos 17.250 millones de pesetas) al año, y Kazajstán reclamó a Moscú los pagos, muy atrasados, tras el accidente de julio.

El próximo lanzamiento desde Baikonur había sido programado para el 31 de octubre. Junto al Soyuz, el Protón ha sido durante años el vehículo espacial principal de Rusia para lanzar grandes cargas al espacio.