El 75% de las mujeres que trabajan en el calzado lo hacen en la clandestinidad
El sector del calzado evoluciona en precario y explota cada vez con mayor ímpetu a la mano de obra femenina, uno de los pilares fundamentales de la floreciente industria zapatera. Un estudio realizado por las universidades de Alicante y Valencia, y coordinado por el sindicato CC OO, ha puesto al descubierto un panorama "desolador" en el sector, al mostrar, según Neus Pont, coordinadora del estudio, "la situación tercermundista a la que están sometidas las mujeres". El 75% de las mujeres trabajan en precario, ya sea de manera ilegal en factorías (un 25% del total) o en el trabajo a domicilio, donde el porcentaje se eleva al 50%. O lo que es lo mismo: únicamente el 25% de las mujeres que trabajan en el calzado lo hacen de forma reglamentaria, cotizando al régimen de la Seguridad Social y con un contrato.
El estudio, que se ha elaborado a partir de 1.100 entrevistas realizadas en las comarcas productoras, desde la Plana Baixa hasta la Vega Baja, destapa que muchas empresas del sector no cumplen el convenio, y las jornadas laborales pueden alcanzar una media de 55 horas semanales. Tras el trabajo, el panorama del hogar es similar: nula ayuda del cónyuge, que obliga a la mujer a estar siempre activa.
Depresiones, baja autoestima y problemas físicos de toda índole derivados de las "penosas" condiciones laborales, son dolencias que se manifiestan con asiduidad en este grupo productivo. La situación se agrava para ese 75% que trabaja en la clandestinidad, que no cuenta con cobertura sanitaria pública dada su extrema precariedad. CC OO denuncia la "connivencia" de los organismos oficiales en la explotación laboral.
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