No es un capricho
Es lamentable pensar que los máximos dirigentes del PSOE puedan pensar que la tan deseable regeneración de este partido sea tan sólo un capricho de un sector del mismo. Me resulta alucinante que vayamos a competir, el año que viene y desde la oposición, en unas elecciones, con un candidato que los mismos militantes del partido no queremos, y así lo pusimos de manifiesto cuando se nos permitió elegir entre él y Borrell.Además, a muchos militantes del PSPV-PSOE no nos termina de hacer gracia votar a alguien que soluciona las cuestiones como lo ha hecho aquí. Que sigue confiando en un secretario de organización que viene a un congreso de los socialistas valencianos a pacificar el partido, según unas instrucciones de Ferraz, o a romper la baraja. Luego, la culpa es de Lerma y de Ignasi Plá, así que primero se les invita presentar la dimisión y luego se les hunde en la miseria aceptándosela.
Estos días he pensado en torno a dos cuestiones que son casi la misma: ¿cuánto tiempo habrá de transcurrir para que nuestro partido en Sanlúcar de Barrameda recupere la credibilidad? ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que el ciudadano de a pie no asocie PSOE con chanchullo y recuperemos la credibilidad? Regenerar es pasar el testigo a otros cuando a uno se le ha "pasado el arroz". Es posible que para los militantes del PP gallego cuele que Fraga va de renovador. Pero en este partido, cuentan poco las palabras y son los hechos los que dan y quitan razones, y para criticar lo que el PP hace con la televisión de todos es imprescindible no estar salpicado por los que antes la manejaron.
Sólo candidaturas que supongan una apuesta de calidad, como la de Maragall, son capaces de cambiar las cosas y de ganar el futuro sin que haga falta esperar a que tu contrincante se hunda fruto del desgaste.- .