El alcohol provoca en Francia el 53% de los gastos derivados del consumo conjunto de todas las drogas

Al contrario que en la mayor parte de los países, el coste social del alcohol en Francia supera netamente al del tabaco y viene a suponer cada año la astronómica cifra de 115.420 millones de francos (2,88 billones de pesetas), según un informe encargado por el Gobierno de París. De acuerdo con el estudio, el primero que se realiza en Francia dirigido a calcular el impacto económico de las drogas legales e ilegales, los gastos derivados del consumo de alcohol representan casi el 53% del total, mientras que el del tabaco se sitúa en torno al 41%. El atribuido a las drogas ilegales ascendería tan sólo al 6%, si bien éste es un dato sometido a reserva, dadas las dificultades para recabar información fidedigna en ese terreno.En total, el coste anual de las drogas legales e ilegales es de unos 218.000 millones de francos (5,45 billones de pesetas), nada menos que el 2,68% del PIB francés. El cálculo no incluye, sin embargo, los ingresos fiscales -notablemente inferiores a los costes sociales- que el consumo de alcohol y de tabaco aporta a las arcas del Estado.

Además de ratificar los tradicionalmente elevados índices de consumo de alcohol en Francia y de cifrar por vez primera su impacto económico, el estudio deshace la idea de que los efectos de la bebida estén más atenuados en aquellos países en los que constituye un rito social. Frente a la creencia de que la socialización del consumo del alcohol educa en un mayor control de la bebida, el autor del estudio, el profesor de la Universidad de la Sorbona Pierre Kopp, sostiene que la dependencia de esta sustancia es muy fuerte y tiene consecuencias muy graves en los accidentes de circulación y de trabajo, así como en la pérdida de productividad y en el abstencionismo laboral.

Precisamente, la mitad de los 218.000 millones de francos anuales calculados, suma que el propio Pierre Kopp juzga por debajo del coste real, se deriva de las pérdidas de productividad causadas por los fallecimientos y el absentismo laboral. Los gastos sanitarios que conlleva la dependencia del alcohol suponen un 20%. Con los datos en la mano, Kopp se declara perplejo por "la distorsión colectiva de la percepción del peligro ligado al consumo de alcohol" que se observa en la sociedad francesa.