_
_
_
_
_

Barry White vuelve al 'soul' erótico en su disco 'Staying power'

El cantante cree que "el amor es un trabajo"

Barry White es como un inmenso oso, de insondable voz de bajo con vibraciones de caverna. Le llaman el Icono del Amor o el Maestro del Romance Musical. En Estados Unidos sus discos se consideran casi como un amuleto para la seducción. Con 55 años y más de treinta de carrera, Barry White sigue cultivando cierta especie de soul erótico que sólo él domina. Ahora presenta un nuevo trabajo, Staying power, en el que habla de uno de sus secretos para el amor eterno: la persistencia, la paciencia.

En conversación telefónica, la inconfundible voz de Barry White se oye al principio en escuetas respuestas a varias de las preguntas, a las que responde con un invariable: "That"s right, baby (Así es, nena)". Parece difícil arrancarle algo más, pero luego cede.En este álbum Barry White incluye dos versiones del tema The longer we make love, con Chaka Khan y Lisa Stanfield. "Es que me gustaron las dos versiones", admite. "Entre dos cosas que me gustan, suelo elegir ambas".

White ha trabajado siempre con mujeres - su primer éxito lo logró al formar y producir el trío femenino vocal Love Unlimited, que llegó al número uno con Walking in the rain with the one I love, en 1972- y sus temas se han dirigido siempre a ellas. "Yo entiendo mucho a las mujeres", dice. "Quizá no hasta el grado en que se entiende una a otra, pero me he tomado mucho tiempo en escuchar lo que tienen que decir y siempre me he llevado bien con ellas".

Hay una recuperación de la música de los años setenta en estos últimos años y Barry White no es ajeno a ella. "Hubo grandes canciones y estilos en los años setenta, fue una época muy creativa y eso es algo que echo de menos en la música actual. Hoy no tienen el intelecto como para trabajar con la música como lo hacíamos entonces. Existía el deseo de inventar constantemente", afirma.

"La música en los setenta era parte de la evolución de las dos décadas precedentes. Hubo grandes aciertos, también hubo errores, pero creo que en los ochenta se enmendaron y se lograron grandes cosas. Luego todo cambió drásticamente con el desembarco de las máquinas. No es que yo no entienda ese mundo, yo hago música sin músicos en el estudio de mi casa. Pero yo busco el elemento humano en la tecnología".

Fiel a su estilo, Barry White refina sus arreglos musicales como lo hacía antes. "No quiero que mis intérpretes de instrumentos de cuerda se queden en el paro. Soy uno de los pocos músicos en Estados Unidos que todavía contrata músicos de cuerda. Creo que las cuerdas han jugado un papel muy importante en el desarrollo de nuestra música. Por eso yo sigo haciendo arreglos y uso violines, son esenciales para mí, para la atmósfera que quiero lograr".

Calor humano

Si algo tiene la música de Barry White es calor humano, emociones cosquilleantes. "Hay un aprendizaje en saber expresar las emociones. Es algo que aprendí hace cuarenta años, cuando empecé. Si escuchas lo que hacía en los años sesenta y lo que hago ahora notarás el crecimiento".

Barry White no cree que la voz sea el instrumento más perfecto. "No, la voz es sólo uno de ellos. Puede usarse de muchas maneras y con muchos acompañamientos. Yo prefiero usar violines, guitarra, bajo, batería, todo lo que se adapte a lo que esté escribiendo. La voz juega un papel muy importante en la música, pero no es el principal. El ritmo, la armonía, la melodía, todo ello forma parte de la música, incluso el silencio".

Este mes sale a la venta su autobiografía, titulada Love unlimited. "En 1975 me pidieron que escribiera mis memorias, pero no era el momento. El año pasado pensé que ya era hora de compartir mi vida y experiencias con el público".

Y no es su éxito musical ni sus tribulaciones profesionales ni su larga lista de conquistas lo que Barry White considera la parte crucial de su vida. "Ir a la cárcel en 1960 fue determinante para la vida de Barry White", dice en tercera persona y prefiere no revelar demasiado al respecto. "Si lees el libro sabrás por qué. A partir de ese momento decidí que debía dejarme de tonterías y afrontar la vida con seriedad, a fondo".

Desde entonces, Barry White enfocó su carrera en el amor sensual. "Sigo creyendo firmemente en el amor y sigo sintiendo las emociones encontradas cada vez que me sucede. Lo único que he aprendido es que no hay garantía en el amor y que hay que cuidar cada relación, trabajar en ella. El amor es un trabajo como los demás, se hace cada día. No es cuestión de suerte, sino de esfuerzo y de sinceridad. Tienes que respetar a tu mujer, escucharla, hacer cualquier cosa para llevar el sentimiento a su mejor situación. Aun así, no hay garantía para que funcione".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_