La avalancha de inmigrantes obliga a alojarlos en el viejo aeropuerto de Fuerteventura

El cambio de rumbo que ha tomado la ruta de las pateras del estrecho de Gibraltar hacia las islas Canarias está llevando tal avalancha de inmigrantes ilegales -sobre todo magrebíes- a Fuerteventura que las autoridades han tenido que habilitar el viejo aeropuerto para atender a los extranjeros antes de su repatriación, ante la saturación de los centros de acogida usuales. Ayer mismo, la Guardia Civil detuvo a 87 africanos, 16 de ellos menores de edad. Y entre los arrestados se encuentran dos hermanas y tres sobrinos del ministro de Asuntos Exteriores de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Salem uld Salek, que han solicitado asilo político.

Según alegan las dos mujeres, han permanecido durante años en prisiones de Marruecos y dejaron ese país en patera tras ser excarceladas.Con las detenciones de ayer son 115 los inmigrantes que se encuentran a disposición de las autoridades en la isla. Y eso porque también ayer otros 45 fueron repatriados a Marruecos, según la Delegación del Gobierno en Canarias. Además, se calcula que puede haber otros mil indocumentados en la isla que se han librado del arresto, según las organizaciones no gubernamentales encargadas de atenderlos -Cruz Roja y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)-.

De los arrestados ayer, 39 fueron detenidos en tierra (en los municipios de Tuineje y Pájara), en colaboración con las respectivas policías locales. Además, la Guardia Civil del Mar interceptó de madrugada cuatro pateras. Dos de las embarcaciones fueron localizadas con 11 y 30 inmigrantes a bordo, además de otros cuatro tripulantes que fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores, como patrones o auxiliares de la patera. Según la Guardia Civil, dos de ellos habían sido ya detenidos en las mismas circunstancias el pasado julio.

Dos pateras más

Cuando la embarcación del servicio marítimo llegaba al muelle de Gran Tarajal para desembarcar a los inmigrantes, recibieron aviso de otros avistamientos y, tras hacerse de nuevo a la mar, interceptó a otras dos pateras, siendo detenidos también sus tres tripulantes. Supuestamente habían desembarcado ya a los extranjeros que transportaban y se disponían a regresar a la costa africana.

Estas operaciones se han producido dos días después de que otros 50 inmigrantes llegaran a Gran Canaria y Fuerteventura, los primeros a bordo de un barco que no ha sido identificado y los segundos en otra patera.

Por otro lado, ayer se celebró en Tenerife el I Foro de Inmigración en Canarias, en el que participaron instituciones estatales y regionales para establecer acciones conjuntas ante la situación creada por el elevado volumen de inmigrantes. No obstante, tanto el consejero canario de Empleo y Asuntos Sociales, Marcial Morales, como el delegado del Gobierno en Canarias, Antonio López, coicidieron en destacar que las cifras de indocumentados que llegan a Canarias no son excesivamente preocupantes, "pero si el sistema que se utiliza para llegar es a través de pateras, aumenta el dramatismo de la situación", recalcó Morales.

El delegado del Gobierno declaró: "Por cuatro pateras que lleguen a Canarias o que a una población de 1.600.000 habitantes haya llegado cerca de un millar de inmigrantes, muchos de los cuales ya han sido repatriados, no hay que hablar de avalancha o invasión". Asimismo, abogó por "un tratamiento sosegado y responsable de la situación, sin pasiones desmesuradas que deriven en manifestaciones xenofóbicas". "Los pronunciamientos públicos que hablan de invasión", añadió, "lo único que hacen es crear confusión".

Cifras inferiores

López, para restar relevancia a la creciente inmigración ilegal comparó la situación de Canarias con la de otras zonas españolas. "Podemos decir que comparado con otros lugares de parecido desarrollo social o económico estamos en cifras inferiores ". El delegado del Ejecutivo aludió a Cataluña, el Levante español o Andalucía como áreas más afectadas por este problema. Sin embargo, matizó que "en Canarias existe una situación irregular distinta a la de las pateras, resaltada en los medios por su dramatismo, como los inmigrantes con permisos caducados o polizones". Una situación "sumergida que por su propia realidad es difícil de cuantificar".

Antonio López aclaró que todo ello no debe impedir que se realice un control sobre el flujo migratorio. A su juicio, no se puede consolidar una inmigración irregular. Y se mostró especialmente molesto con "algunos sectores que parecen haberse dado cuenta de la situación de la inmigración después de ver la llegada de pateras a las costas de las islas canarias".