¡Qué hermosura!
Otros dos bancos se unen para formar otro mega. Ahora habrá que jubilar personal a partir de los 58 años... o, quizá, de los 55... o, bien, de los 50. También otras lo hacen y lo harán. De forma que este liberalismo que nos rodea y que nos trae la felicidad va a hacer que el mun-do se acabe moviendo por no más de 50 empresas que absorberán a las demás, formando inmensos factores de poder que, como nos dijeron, harán desaparecer los monopolios, las empresas públicas y todo lo nefasto que hacía posible ir en tren a Medina del Campo, aunque no fuera mucha gente, y hablar con el dueño de la tienda de ultramarinos de enfrente de casa y con el que comentábamos el partido del domingo.Ahora todo es felicidad. Nos jubilan a los 50. Nos venden un coche americano que lo hacen en Valencia, o una lavadora alemana que la hacen en Seúl, y los dodotis nos los hacen en Setúbal con marca francesa. Pero eso sí, ya no hay monopolios que nos obliguen a pagar lo que no es. Ahora estas marcas que nadie ya identifica nos ponen el precio justo... que ellos quieren.
Esto es el liberalismo económico que tiene como étimo la palabra libertad porque los dueños de esas empresas tienen la libertad de hacer lo que quieren en cuanto a precios y salarios. Eso sí, el personal está motivadísimo porque tiene contratos de, al menos, seis meses y, a veces, a jornada completa, que no es poco. Y, encima, cuando llegas a casa puedes contemplar cualquier telediario en el que se puede ver al entrenador de tu equipo favorito decir cosas extraordinarias delante de un cartel en el que salen las marcas esas del coche de Valencia y el dodotis de Setúbal... que, por cierto, parece ser que se van a juntar para poder jubilar a otros cuantos. ¡Qué hermosura!- . .
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