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Reportaje:

Papeles de propaganda

El País

A lo largo del siglo XX las guerras se han ganado en las trincheras, pero también con la presión psicológica y la movilización que ha conseguido la propaganda bélica. En épocas en que los medios de comunicación encontraban dificultades para llegar a toda la población, una liviana octavilla, tan humilde que a menudo fue utilizada por las tropas como papel higiénico, era un potente instrumento de propaganda. La exposición ¡Ríndete!. Octavillas y guerra psicológica en el siglo XX, organizada por la Fundación Sabino Arana, recordará a partir de mañana en la sala Rekalde de Bilbao el uso de esos trocitos de papel.La muestra, que ya se ha posiso ver en Barcelona, reúne originales y facsímiles de octavillas de uso bélico. Junto a ellas, fragmentos de películas de ficción y documentales originales -en muchos casos, filmaciones militares de primera línea de combate- evocarán el contexto en que esos elementos de la propaganda de guerra y de agitación se aplicaron en también en conflictos políticos.

La exposición se centrará, fundamentalmente, en las octavillas que fueron lanzadas desde aviones o globos sobre tropas y poblaciones civiles enemigas, aunque también se incluirán ejemplos de otros conflictos.

La inauguración de la muestra se reflejará mañana en las calles de Bilbao. Varias bombas japonesas estallarán a las 11.30 en la Plaza Elíptica para lanzar al aire réplicas de las octavillas propagandísticas utilizadas en la guerra. Por la tarde, sobre las siete y media, el bombardeo será más intenso: las octavillas se dispersarán también en el paseo del Arenal, en la plaza de Indautxu y en las inmediaciones del Museo Guggenheim. Los organizadores anuncian, sin embargo, que "se procederá inmediatamente a la limpieza del material arrojado". ¡Ríndete!... estará abierta al público hasta el 8 de diciembre.

La exposición también pone de manifiesto la colaboración de escritores e intelectuales en la redacción de octavillas acordes con las necesidades del aparato militar. Como el italiano Gabriele D"Annunzio, que fue a la vez autor y piloto del avión desde el que se lanzaron sobre Viena, durante la I Guerra Mundial, panfletos en los que se decía: "Vieneses, os podríamos arrojar toneladas de bombas, pero sólo os lanzamos un saludo". D"Annunzio reivindicó la autoría de la acción por un sistema similar. A su paso por Venecia tiró otras hojas en las que anunciaba el éxito de la misión.

Años más tarde, el escritor ucranio Ilya Ehrenburg fue uno de los principales propagandistas del régimen soviético. Pero otros escritores de talla del siglo XX también han puesto su pluma al servicio de la propaganda bélica, Truman Capote, Ernst Hemingway o André Breton, entre otros. No es de extrañar que los militares les hayan elegido con este fin. La propaganda bélica también requiere talento. "Es fundamental conocer a la perfección el idioma, la idiosincrasia y hasta los gustos estéticos del enemigo", subraya el comisario de la exposición, Jorge Luis Marzo.

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