Ayuntamiento y Generalitat llegan a un acuerdo para la la cesión del edificio del Parlament
El contencioso abierto hace años sobre la fórmula que resolviera la cesión del edificio del Parlament, cuyo titular es el Ayuntamiento de Barcelona, al Gobierno catalán se ha cerrado definitivamente al llegar a un acuerdo ambas instituciones con la intervención del actual presidente en funciones de la cámara catalana, Joan Reventós. La cesión no supone ninguna contraprestación económica pero el gobierno catalán deberá asumir el traslado de la colección del Museo de Arte Moderno al nuevo museo. El traspaso de la propiedad provocó cierto rifirrafe entre el Ayuntamiento, con Pasqual Maragall como alcalde, y la Generalitat, ya que Maragall pretendía negociar un precio. El edificio fue tasado en 17.800 millones de pesetas.La propiedad que cede el Ayuntamiento al Gobierno catalán es el antiguo edificio del arsenal de la Ciutadella, de 22.270 metros cuadrados, que actualmente alberga al Parlament, otras dependencias y servicios del mismo y una parte ocupada -cerca de 6.000 metros cuadrados- por las colecciones del Museo de Arte Moderno.
El acuerdo entre las dos instituciones supone que el cambio de titularidad se realiza sin contraprestación económica alguna. El acuerdo también implica que el Parlament asumirá la elaboración de un Plan Director sobre todas las obras de mejora que requiere el edificio. El citado plan deberá ser aprobado por la Mesa del Parlament y el Ayuntamiento de Barcelona.
El pacto precisa que la Generalitat asumirá el traslado del Museo de Arte Moderno y los costes que ello suponga. Antes se realizará un inventario del patrimonio cultural que se traslade al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).
La historia del edificio arranca de 1718, año en que se empezó a construir el arsenal. Después de la Exposición Universal de 1988, el Ayuntamiento decidió convertir el edificio en un palacio real, proyecto que no se acabó materializando y a principios del siglo XX fue destinado a ubicar el Museo Municipal de Arte. En 1932, el Ayuntamiento puso el edificio a disposición del Parlamento catalán para que lo convirtiera en su sede. Desde 1939 hasta 1945, el inmueble tuvo uso de cuartel militar y después volvió a ser destinado a Museo de Arte. En 1980, volvió a recuperar su función de sede del Parlamento catalán.
La escritura formal de cesión no se realizará hasta que se lleve a cabo el traslado de la colección de arte al Museo Nacional de Arte de Cataluña.
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