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Las grandes discotecas incumplirán las normas de seguridad por la escasez de vigilantes nocturnos

Los propietarios de 200 grandes discotecas de Madrid buscan desde mayo, sin ningún éxito, a vigilantes privados acreditados para que controlen sus locales. La falta de profesionales de la seguridad les impedirá cumplir el acuerdo tomado por la Delegación del Gobierno a raíz del tiroteo que acabó con la vida del portero de la discoteca Amnesia. Las salas debían contratar agentes de uniforme de empresas homologadas antes del 30 de octubre. "Las empresas de seguridad nos han dicho que no tienen personal para trabajar por las noches", denunció ayer la Asociación de Salas de Fiesta.

En la madrugada del 10 de mayo pasado, un portero de la discoteca Amnesia (ronda de Toledo, 1) murió tiroteado por la banda de los iraníes, dedicada a conseguir, mediante extorsión, el control de las salas de fiesta para luego vender droga en ellas. El crimen desembocó en una intensa polémica en el sector de los empresarios de discoteca, que expresaron su interés en acabar con "el matonismo" en sus locales y con la amenaza de bandas mafiosas.Una semana después del asesinato, la policía expedientó a la sala Amnesia y a otras cinco discotecas, debido que los empleados ejercían labores de seguridad sin la autorización necesaria. "Todos los negocios tenían contratados matones y forzudos en las puertas", explicó un portavoz policial.

Tras varias reuniones se acordó una medida para todo el sector: el personal de seguridad estaría formado desde el 15 de octubre por agentes de uniforme de empresas de seguridad debidamente homologadas por el Ministerio del Interior. Esta decisión fue adoptada por unanimidad y aceptada por la Asociación de Salas de Fiesta y Discotecas (Asfydis), que representa a 588 negocios de Madrid. Así pretendían "cambiar las malas prácticas en el sector y evitar que los empresarios propietarios de discotecas con aforo mayor de 1.000 personas contratasen a personal de gimnasios como encargados de seguridad", según la Delegación del Gobierno.

Fin de la moratoria

Para conseguir ese objetivo, la patronal pidió un periodo de reconversión con el fin de que los empresarios tuviesen tiempo para cambiar su personal. El plazo otorgado expira el 30 de octubre.

El presidente de Asfydis, Jesús Nuño de la Rosa, denunció ayer que va a ser imposible cumplir "lo establecido, ya que las empresas de seguridad no disponen de personal para que trabajen por la noche en las discotecas". "La situación es difícil y desesperada, porque necesitamos al menos 300 vigilantes para trabajar en las salas", añade Nuño de la Rosa. "En estos momentos, sólo un 10% de las discotecas ha contratado vigilantes. El resto no sabemos qué va a hacer. Lo lógico es que nos den una moratoria mientras buscamos soluciones, porque algunos establecimientos requieren hasta cuatro vigilantes", agregó.

La patronal ha solicitado una reunión al consejero de Economía y Empleo, Luis Blázquez, para reclamarle cursos gratuitos de formación de vigilantes privados. "Desde la Comunidad de Madrid se podrían promover cursos específicos en consonancia con las empresas privadas del sector para ocupar estos puestos de trabajo nocturnos", demanda Nuño de la Rosa.

El presidente de Asfydis acude hoy a Córdoba a una cumbre de empresas de seguridad en la que espera resultados: "Vamos a ver si buscamos alguna fórmula para encontrar el personal para al menos las 200 discotecas de Madrid que necesitan vigilantes".

La Asociación Profesional de Empresas de Servicio de Seguridad (Aproser), que aglutina a 18 compañías, confirmó anoche que la falta de empleados de vigilantes privados es un problema general del sector. "En el asunto de las discotecas, el tema se ha agudizado, porque, además de las dificultades de encontrar recursos humanos, hay que añadir que se trata de trabajos nocturnos y en fin de semana, con lo que es más costoso encontrar gente para este tipo de trabajos", explica José Luis Novales, vocal de la junta directiva de Aproser.

En Madrid hay unos 6.000 vigilantes, y la patronal calcula que hay trabajo para otros 1.000 empleados de seguridad en discotecas y en el sector de los servicios. Rafael Saldaña, secretario sectorial de seguridad privada de UGT de Madrid, cree que las discotecas van a encontrar muchos obstáculos para contratar vigilantes, porque "se exigen muchos requisitos para cobrar muy poco". "El acuerdo que se tomó es bueno, pero tardío, y la solución para que haya más gente es que se incentive económicamente a los profesionales que vayan a realizar el servicio en los locales públicos", subrayó Saldaña.

Aproser se reunirá mañana con los empresarios de discotecas para buscar soluciones.

Nuño de la Rosa explicó ayer que las empresas de seguridad les cobran 1.600 pesetas por cada hora de trabajo de un profesional de lunes a jueves y 2.100 durante los fines de semana.

Jóvenes, rápidos y resistentes para un trabajo duro y mal pagado

Los vigilantes privados recién titulados no encuentran problemas para trabajar. Las 18 empresas de seguridad que hay en la región se rifan a los graduados. "Hoy por hoy habría trabajo en España para 6.000 vigilantes, y estamos dejando de atender a clientes por falta de personal", dice José Luis Novales, de la patronal de empresas de seguridad.El sector ha pedido al Ministerio del Interior que modifique la normativa de regulación de acceso a la profesión de vigilantes. Las empresas proponen que los mayores de 40 años puedan ser vigilantes en puestos menos exigentes. Ahora está prohibido.

Además, la patronal del sector pide que las pruebas físicas sean "menos duras". Ahora mismo se exige correr 50 metros en ocho segundos (nueve para la mujer), lanzamiento de balón medicinal de tres metros, salto vertical de 40 centímetros (35 para las mujeres), y en la carrera de resistencia, 1.000 metros en un tiempo de cuatro minutos y tres segundos a los hombres y cinco minutos para las mujeres.

El sindicato UGT respalda el cambio de la normativa de la edad y las pruebas físicas, pero no está de acuerdo en que los centros de formación se hagan cargo directamente de la habilitación de los vigilantes de seguridad, porque "esa situación daría pie a distintas situaciones de ilegalidad", según comentó ayer Rafael Saldaña, de UGT.

Para acceder a la profesión de vigilante de seguridad hay que hacer un curso de 180 horas (hasta el pasado año era de 240). Una vez superado el periodo de formación hay que pasar los exámenes del Ministerio del Interior, que consisten en pruebas físicas y en un examen teórico con materias relativas a la legislación y a la deontología profesional.

Los sindicatos denuncian que ahora mismo hay muchos cursos gratuitos que se quedan sin cubrir porque en este sector se gana poco y se trabaja mucho.

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