Pugna de famosos en las urnas argentinas
Los partidos recurren a cantantes, estrellas de televisión o policías bajo sospecha para atraer a los votantes
Un rey de la canción en los años sesenta, una popular presentadora de televisión, un expolicía denunciado por torturador y asesino, la hija de un mítico periodista desaparecido durante la dictadura militar y un publicista llamado El Loco por sus colegas, son algunos de los candidatos no tradicionales que se presentan a distintos cargos en las elecciones que se celebran el próximo domingo en Argentina. Los partidos recurren a ellos para que la buena o mala fama personal llame la atención de una mayoría de ciudadanos indiferentes y desencantados.Carlos Reuteman, el ex piloto de fórmula1, podría estar ahora mismo disputando la pole position, la mejor posición de salida, en todas las encuestas si hubiera aceptado la oferta que le hizo Carlos Menem, el actual presidente, para que se presentara a las internas del peronismo con su apoyo y fuera el candidato a la sucesión. Pero Reuteman, un conductor frío y calculador, se mantuvo fiel a su plan de carrera y se conformó por ahora con ganar nuevamente la gobernación de la provincia de Santa Fe.
El error que esquivó Reuteman fue embestido por Ramón Palito Ortega, celebre cantautor de La felicidad, el tema que le dio fama internacional al rey de la llamada nueva ola en la canción popular argentina. Palito, residente en Miami, se convirtió en figura emblemática del peronismo. Era el cabecita negra que trabajó de lustrabotas y vendedor de periódicos en su pueblo de Tucumán, y llegó a conquistar Buenos Aires después de ser vendedor ambulante de café.
El presidente Menem rescató esa historia y lo repatrió para disputarle la gobernación de la provincia al exgeneral de la dictadura Antonio Domingo Bussi. Después de la victoria, una vez concluido su mandato, Ortega no logró resistir la atracción del poder que ejercía el jefe del Estado. Pero entonces Menem ya ambicionaba su segunda reelección, y cuando el delfín Ortega comprendió que su nombre y su popularidad eran usados sólo como una pantalla, el rey Palito abdicó y aceptó ser el candidato a vicepresidente con Eduardo Duhalde.
Reina de la televisión
La Alianza de la oposición recurrió a su vez a Lidia Satragno, Pinky, la reina de la televisión de los años sesenta y setenta, para disputarle al peronismo la intendencia de La Matanza, el principal distrito electoral bonaerense. Son 800.000 los ciudadanos en condiciones de votar, y Pinky encabeza las encuestas con más de cinco puntos de ventaja. La popular presentadora, que se afilió en 1995 a la Unión Cívica Radical, recuerda que a los 17 años su padre la echó de la casa porque no era peronista. A los 64 años, Pinky dice que ama a Evita Perón y reconoce que se dedicó a la política por la influencia de Rodolfo Terragno, un periodista que entró al radicalismo de la mano del ex presidente Raúl Alfonsín. A Terragno se le menciona ahora como el futuro jefe de gabinete en el Gobierno de Fernando de la Rúa, si el candidato de la Alianza triunfa en las elecciones.
Entre los aspirantes a la gobernación de Buenos Aires asoma Luis Patti, de 47 años, exsubcomisario de la temida policía bonaerense, que ha superado sin castigo los procesos por torturas y asesinatos que se le abrieron. Patti, un peronista que siente admiración por el exgeneral Ramón Camps, su jefe durante la dictadura, es actualmente intendente de Escobar, al norte de Buenos Aires, y se presenta por el partido Unión Bonaerense, con un programa en el que se anuncia "mano dura" para reprimir los delitos. A Patti le acompaña, como candidato a vicegobernador, el publicista Gabriel Dreyfuss, conocido como El Loco por sus colegas y vinculado con los grupos de la derecha.
Antonio Ubaldo Rattin, el ex capitán del Boca y de la selección argentina que disputó la Copa del Mundo de 1966, es el candidato a la intendencia de Tigre, al norte de Buenos Aires, por el partido del subcomisario.
En una reunión de militantes realizada en un bar, uno de ellos le propuso a Patricia Walsh que aceptara la candidatura a presidente por Izquierda Unida. "¿No hay otro?", preguntó ella. La hija del destacado periodista Rodolfo Walsh, secuestrado, torturado y desaparecido después de escribir desde la clandestinidad su formidable Carta a la Junta Militar, se reconoce a sí misma como una "candidata virtual", que sobrelleva con dignidad el recuerdo de su padre y el de su hermana, Vicky Walsh, asesinada por los militares. A sus 47 años, esta psicóloga que lidera la coalición de comunistas, trotskistas y socialistas, se reivindica aún como "peronista de izquierda".
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