CiU resiste en tierras de Nadal, única circunscripción donde el PSC retrocede

En Girona los votos de Jordi Pujol están acorazados. No hubo trasvases ni vuelcos, sino un calco simétrico del resultado de los pasados comicios. Una apoteosis de la estabilidad. "Para eso ya teníamos las últimas elecciones", exclamaba un votante lamentando que en Girona todo continuara igual y se viera marginada del suspense general que aderezó la reñida pugna entre Jordi Pujol y Pasqual Maragall. La de Girona es la única circunscripción donde los socialistas retroceden sin notar la suma de la aportación de IC.

Los primeros escrutinios ya insinuaban la repetición de un cuadro electoral con simples cambios de matiz. Convergència i Unió, con un porcentaje del 48,49 de los votos, casi idéntico al de las elecciones del 95, podría mantener sus 9 diputados. Pero los satisfactorios resultados para CiU en Girona no tenían su correspondencia con los de Cataluña. No fue hasta la llegada de nuevos datos más halagüeños, capaces de disipar el aliento de Maragall que los convergentes de Girona sentían en el cogote, cuando los excelentes resultados de la coalición en la circunscripción brillaron como el baluarte más sólido de la continuidad de Pujol en el Gobierno. Un Pere Macias exultante se dirigió a militantes y simpatizantes para verbalizar el sentimiento dominante entre los suyos: "Hemos salvado la piel y el gobierno". La mayoría de dirigentes de la coalición coincidían en destacar que habían permanecido incólumes a la marea del cambio que Maragall había conseguido desatar en Barcelona. Girona, a pesar de perder unos 10.000 votos, no cedía y evitaba el naufragio del buque convergente.

Mientras, los socialistas descubrían con desazón que los réditos de su coalición con IC-V no aparecían por ningún lado. El ariete izquierdista que Maragall y Ribó habían construido para derribar el feudo convergente se hizo astillas estrepitosamente. La coalición no arrastró nuevos votantes y no se llegó al codiciado sexto diputado. Incluso la suma de los porcentajes de las dos formaciones en las anteriores elecciones quedaba unas décimas por encima del resultado de las recientes. El 29% de los votos les otorgan los cinco diputados de que ya gozaban los socialistas, con la diferencia de que uno de ellos será para IC y otro corresponde al representante de la plataforma Ciutadans pel Canvi.

El resultado de los socialistas en Girona parece confirmar que la formación tocó techo en las elecciones de 1995, cuando gracias al llamado "efecto Nadal" -Joaquim Nadal, alcalde de Girona era entonces el presidenciable de los socialistas- consiguieron arañar el quinto diputado.

el PSC ha obtenido un total de 81.946 votos, unos 4.000 menos que en los pasados comicios. CiU, por su parte, ha descendido también en unos 4.000, quedando en 136.425, sin que ello repercuta en el número de diputados final.

ERC se consolida como la tercera fuerza, capaz de mantener su 12% de los votos (35.988), casi los mismos de hace cuatro años. Los republicanos aseguran con ello sus dos diputados.

El PP, por su parte, sufre un retroceso de casi dos puntos, situándose en un 6% de los votos (16.840). Ha mantenido su diputado en el Parlament, pero las perspectivas del partido conservador para conseguir que Girona deje de ser, en las próximas elecciones generales, la única circunscripción de España sin representación en Madrid no son nada buenas.

Lo cierto es que los socialistas cosechan en Girona sus peores resultados. Ni siquiera se imponen a CiU en la capital. A excepción de Blanes, donde sí vencen a la coalición nacionalista catalana, los socialistas sólo ganan en cinco pequeñas localidades: Pont de Molins, Salles de Llierca, Santa Llogaia d"Alguema, Sant Miquel de Fluvià y Rupià, población esta última donde acostumbra a pasar los veranos el candidato Pasqual Maragall.

CiU recupera votos en Olot, la población donde era alcalde el primer candidato de su lista por Girona, Pere Macias. El pasado 13 de junio, sin embargo, Olot optó por convertir en alcalde a un socialista.

Los nacionalistas de Pujol no sólo vencen en casi todas las localidades de Girona. En una cantidad considerable se imponen con mayoría absoluta. En algunas poblaciones, además, la candidatura de Esquerra quedó por delante de la de los socialistas.

El Partido Popular queda regularmente por detrás de Esquerra Republicana, salvo en media docena de poblaciones entre las que destacan Blanes, Figueres, Lloret de Mar, Roses y Sant Climen Sescebes.