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ELECCIONES CATALANAS

González pide a Pujol que le imite y se jubile porque "es la hora de Maragall"

Anabel Díez

El ex jefe del Ejecutivo Felipe González le pide al presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, "con respeto", que le imite y se jubile. "Le digo a Jordi Pujol que es la hora de Pasqual Maragall". Ante más de 20.000 personas, González tuvo que hacer esfuerzos para que dejaran de aclamarle con gritos de "¡vuelve, vuelve!" y "¡presidente, presidente!". Aseguró que se había jubilado con gran "júbilo" ya que había dejado la responsabilidad al frente del PSOE y como candidato a la presidencia del Gobierno a Joaquín Almunia. "Joaquín, hazte conocer, cuando te conozcan te van a querer", le recomendó.

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Era la fiesta de apoyo masivo y entusiasta a Maragall, así que González cumplió su papel de telonero y guardó los principios jerárquicos: no fue el orador que precedió a Maragall, sino que esta función le correspondió al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. En esta fiesta de los socialistas catalanes, los apoyos hacia el ex presidente casi crearon una situación embarazosa, ya que le aclamaban como presidente cuando a su lado estaba Almunia.El propio González tuvo que precisarlo casi nada más tomar la palabra. "Querido Juanjo", dijo al actor Juanjo Puigcorbé, que despidió su intervención proclamando para el futuro a Maragall como presidente de Cataluña y a González como presidente de España, "yo me he jubilado y me jubilé de júbilo, de alegría, de tranquilidad por confiar el relevo a una persona como Joaquín Almunia". Tras dejar esto claro siguió su razonamiento para llegar adonde quería: "A Jordi Pujol le he respetado siempre, le sigo respetando y por eso le digo que es la hora de Pasqual Maragall".

El ex líder del PSOE pidió a todos los que confiaban en Maragall que no se relajen y que "sigan remando" hasta el domingo porque la victoria es posible y enseguida enlazó con el mensaje que quería transmitir a tantas miles de personas allí reunidas, y que, quizá, no terminan de asumir que él ya no es candidato, sino que los apoyos se los tienen que dar a Almunia. Éste, desde su asiento en la primera fila del Palau Sant Jordi sonrió, mientras que toda la plana mayor del PSC, así como el ex candidato a la Presidencia José Borrell, aplaudía.

Por la mañana, el ex jefe del Ejecutivo había declarado, en una entrevista en Onda Cero, que quienes critican su inasistencia al Congreso de los Diputados "en parte tienen razón". Pero matizó: "El espacio del Parlamento para quien ha sido presidente del Gobierno durante cierto tiempo es muy reducido. Creo que estoy haciendo un buen trabajo de representante de los intereses de los ciudadanos que me han votado".

En el mitin de la tarde González apenas esbozó críticas. Sobre Cataluña afirmó que quizá sea cierto lo que dicen los nacionalistas en cuanto a que en esta comunidad "no hay división", pero sí hay "diferencias". Al Ejecutivo de España sólo le disparó un dardo: "Achica las fronteras". De fronteras y de identidad habló mucho el ex presidente para pedir a la Cataluña que pueda presidir Maragall a partir del domingo que sea el motor "para federar a todos los pueblos de España solidariamente". González sabe, y para eso ha estado en Cataluña dos días, que la participación en estas elecciones es la clave del resultado. Para los socialistas es imprescindible que su electorado habitual en las generales vaya a votar en estas autonómicas.

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González se dolió al haber escuchado a una mujer que mostraba su intención de quedarse en casa el domingo porque estas elecciones eran para los catalanes de origen. Explicó que del resultado electoral depende la educación, la sanidad y, en suma, "el futuro de sus hijos". Almunia insistió en la misma línea de llamar a la participación y dio por sentado que CiU y el PP tienen un pacto contra los socialistas. Y expresó su deseo de que dentro de unos meses "el presidente Maragall irá al Palacio de la Moncloa a entrevistarse con un presidente socialista".

Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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