"Gobernar con el PSE no es lo que más ilusión nos hace"
En medio de una expectación inusitada, hace apenas una semana, el alcalde Odón Elorza posaba junto a la popular María San Gil para plasmar en una fotografía la que es, hasta ahora, primera alianza en una capital de provincia entre el partido socialista y el PP. La edil donostiarra hizo verdaderos esfuerzos para asistir a este acto. Acababa de dar a luz a una niña de nombre María Luisa. A sus 34 años, San Gil es miembro de la ejecutiva nacional del PP, acaba de ser nombrada vicesecretaria del partido en el País Vasco y será la próxima presidenta del PP en Guipúzcoa. Pregunta. Tras cuatro meses de negociaciones, han llegado a un pacto de gobierno con los socialistas. ¿En algún momento ha peligrado este acuerdo?
Respuesta. Todas las negociaciones son duras. Éstas también han sido complicadas. Al final nos hemos dejado muchos pelos en la gatera para que los donostiarras tengan un gobierno estable. Hemos dejado a un lado nuestras evidentes diferencias políticas.
P. ¿El PP ha salido bien parado tras el acuerdo?
R. No podía ser de otra forma. El PP le otorga a los socialistas un apoyo fundamental para gobernar San Sebastián. Nosotros dijimos desde un principio que queríamos gobernar la ciudad, pero no a cambio de nada. Gracias a unas negociaciones muy bien llevadas, hemos obtenido delegaciones importantes.
P. ¿Fue clave para sellar el acuerdo la presión ejercida sobre Elorza aliándose puntualmente con la oposición nacionalista?
R. Teníamos muy claro que si entrábamos a gobernar, lo íbamos a hacer dignamente. Gobernar con el PSE no es lo que más ilusión nos hace. En principio, son nuestros adversarios políticos. Sabíamos que nuestro apoyo tenía un valor y lo calibrábamos en su justa medida, a pesar de que desde el PSE no se nos tuviera en cuenta. Nosotros estábamos dispuestos a esperar hasta que cayeran en la cuenta de que el PP garantizaba la estabilidad. Y así ha sido.
P. ¿Es un pacto antinatura?
R. Es un pacto de necesidad, ya que el PSE tiene nueve concejales y no alcanza la mayoría absoluta que se requiere para la estabilidad municipal. Sí es un pacto contra natura a nivel nacional. Me imagino que en los Ayuntamientos de otras ciudades de España no entenderán que el PP gobierne con el PSE, que son adversarios políticos por naturaleza. Sin embargo, la situación del País Vasco es compleja. Pero creo que prima la estabilidad municipal por encima de otras cuestiones.
P. Les acusan de ser un gobierno frentista. Defiénndase.
R. No somos frentistas. El alcalde, que dirigía personalmente las negociaciones, hablaba continuamente de hacer un gobierno a tres bandas. Los nacionalistas se han autoexcluido voluntariamente y ellos sabrán si les es rentable o no. Nunca hemos intentado hacer de San Sebastián una ciudad no nacionalista. Simplemente somos el reflejo de la mayoría donostiarra. Y punto.
P. El pacto de San Sebastián puede desencadenar un efecto dominó en localidades como Eibar, Irún, Barakaldo...
R. Yo no hablaría de efecto dominó. En ese caso sería algo preconcebido. Cada pacto responde a unas necesidades puntuales de algunas localidades que carecen de mayorías. Es verdad que en Eibar, Irún, Barakaldo y otras localidades vamos a llegar a acuerdos entre socialistas y populares, pero en todos todos ellos los nacionalistas se han autoexcluido.
P. ¿Usted era libre de alcanzar un acuerdo con los socialistas o las directrices le venían de su partido?
R. El proceso de negociación lo lideraba el grupo municipal. Nosotros sabemos cuáles son las necesidades de la ciudad. Sí es verdad que otros dirigentes, como Carlos Iturgaiz, han estado puntualmente informados de las negociaciones, pero siempre nos han dejado maga ancha para hacer lo que consideráramos más oportuno.
P. ¿Qué significa que tras 20 años los nacionalistas no gobiernen en San Sebastián?
R. Ellos lo han querido. No hay que llevarse las manos a la cabeza ni hacer ningún drama porque los nacionalistas pasen a la oposición.
P. Se les acusa de preocuparse especialmente del centro de la ciudad y dejar a un lado los problemas de los barrios.
R. No admito que digan que nosotros no nos preocuopamos por los barrios. Toda la ciudad es un barrio y lo que hay que hacer es que se alcance el mismo nivel de vida en cada una de las zonas.
P. También se les acusa de que en la corporación sólo haya un edil que hable euskera.
R. Eso es una realidad, pero no quiere decir que vayamos a ningunear el euskera. Al revés. Muchos de nosotros estamos aprendiendo este idioma. El interés por la lengua existe. Casi todos los que formamos el gobierno estamos por encima de la treintena y entonces no existía el bilingüismo actual.
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