Accidentes de tráfico
En relación con el artículo publicado el domingo 10 de octubre relativo a los accidentes de tráfi-Pasa a la página siguiente
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co, en lo que se refiere a las alusiones a mi persona, quiero dejar constancia de que jamás, cuando me he referido a la evolución de la accidentalidad, he dado un tono triunfalista a mis declaraciones, ni personales ni institucionales.
La accidentalidad producida por la circulación de automóviles ha adquirido, efectivamente, caracteres de epidemia -pandemia sería más acertado, puesto que afecta al mundo entero desde hace muchos años- y sólo a través de un tratamiento serio y riguroso, con acciones múltiples sobre las infraestructuras, los automóviles y la mentalización de las personas podrá paliarse.
Desconozco el estudio que se menciona en el citado artículo, que, al parecer, va a ser presentado el próximo mes de noviembre, y supongo contendrá algo más interesante que la comparación entre la seguridad aérea y la de calles y carreteras, pues es evidente que si se aplicasen a éstas los parámetros y exigencias de la aviación, prácticamente no habría accidentes. No es éste el lugar de analizar las inexactitudes y falsedades vertidas en el artículo en cuestión; en todo caso, llamo la atención sobre la incongruencia del título que aparece en primera página, Los accidentes de tráfico suben desde 1995 sin que el Gobierno reaccione, y la afirmación de la página 35, "Desde que se rebajó el límite permitido de alcohol en sangre y se incrementaron los controles de alcoholemia se ha producido un descenso del 50% al 43% en 1998".
No tengo más remedio que llegar a la conclusión de que el tono del artículo obedece a consignas vindicativas, réplica de aquellas portadas de determinados diarios que, en otros tiempos, para poner de manifiesto la poca inversión en infraestructuras viarias, publicaban, junto a una fotografía de un accidente tenebroso, el texto: "Felipe los mata". Es triste que determinadas personas utilicen como arma política a las víctimas de accidentes; mientras tanto, los expertos y profesionales de la seguridad seguiremos trabajando calladamente y conseguiremos éxitos, que comentaremos sin atisbo alguno de triunfalismo mientras se produzca un solo accidente y alguna persona lo padezca.
En todo caso, estas letras se publicarán en la sección de cartas y el titular de la portada ahí quedará; el objetivo intoxicador y negativo se habrá conseguido para muchos lectores. Enhorabuena.- . Director general de Tráfico, Ministerio del Interior. .
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