IG Metall logra un preacuerdo para reducir la edad de jubilación

El Gobierno alemán alcanzó ayer un principio de acuerdo con el mayor sindicato del país, IG Metall, y los gestores de los fondos de pensiones para poner en marcha un sistema voluntario de jubilación a los 60 años. El descenso de la edad de jubilación, hoy en 65 años, sólo beneficiaría a personas que hayan cotizado durante 35 años. La financiación del plan se hará con la aportación a partes iguales de empleados y empresas.

El ministro de Trabajo alemán, Walter Riester, los metalúrgicos y los fondos de pensiones se proponen diseñar un modelo que amplíe las posibilidades de jubilación cinco años antes de lo estipulado por la ley vigente, sin que ello implique un incremento de las contribuciones a las pensiones. El plan afecta a 3,5 millones de trabajadores metalúrgicos en Alemania.IG Metall, el mayor sindicato de Alemania y de Europa, con 2,7 millones de afiliados, propone la creación de un fondo especial para financiar esta modalidad de jubilación, que se nutriría con la aportación a partes iguales, entre empleados y empresas, de un 0,5% de los incrementos salariales por espacio de cinco años. La propuesta de los representantes de los trabajadores, auspiciada por el presidente de IG Metall, Klaus Zwickel, parte de la premisa de que la jubilación a los 60 sería voluntaria para el trabajador y que se tendría acceso a ella tras 35 años de cotización regular al sistema de pensiones. Actualmente, esta modalidad de jubilación anticipada sólo es posible si ésta se enmarca en un plan de saneamiento de una empresa y contando con el acuerdo de la patronal.

La semana pasada, y precisamente ante el congreso de IG Metall, el canciller Gerhard Schröder había calificado de "planteamiento correcto" la aspiración de impulsar la jubilación a los 60 años como fórmula para favorecer la creación de empleo juvenil. Sin embargo, para el canciller, ello no sería factible, puesto que, según las cuentas de su equipo económico, el adelanto de la edad establecida para acceder a la jubilación obligaría a aumentar las cotizaciones en un 0,4%. Ahora, su ministro de Trabajo, un ex sindicalista que ocupó la vicepresidencia de IG Metall, ha acercado posiciones con los metalúrgicos, en la confianza de poder incluir este apartado en las negociaciones de los convenios colectivos del 2000.

El ministro ha dicho que se siente "comprometido personalmente" con la tarea de hacer prosperar su iniciativa ante el Gobierno. El acuerdo alcanzado por Riester es un paso hacia el "deshielo" de las relaciones entre el Gobierno e IG Metall, un sindicato que, a pesar de ser afín al Partido Socialdemócrata (SPD), que preside Schröder, no se reprime a la hora de valorar la gestión del Gobierno federal e incluso le ha plantado cara con alguna huelga.